La Joya de Tempestad (Partida)

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Blanco 2 Muere.

[Modo de Combate Off]

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Con un grito inhumano, el último de los monstruos cae abatido mientras la Hermana Lucía le administra un poco de Justicia del Emperador a base de Espada Sierra. Entonces miráis a vuestro alrededor. Barr está herido, aunque es un poco difícil de estar seguro por la enorme cantidad de metal de su cuerpo. La pobre víctima semidestripada jadea de forma desesperada, pero parece que el quedan pocos segundos de vida. El resto de la habitación como ya dije son cajas y más cajas dispersas. Al fonfo está la compuerta de sellaje para seguir con vuestro camino.

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Os toca de nuevo. Perdonad si últimamente estoy ausente, pero es que ando de entrevistas de trabajo todo el día.

- servoarmadura, herida salvada. (si es que aun tenia que hacer la salvación aunque estemos en combat off)

Todo me da vueltas, este dolor es insoportable, intento moverme un poco pero todo me duele, tendre que activar los circuitos secundarios para moverme, aunque sea de forma torpe... buf mucho mejor, aunque me han dado bien estos enjendros, tocara ir con calma. Veo que a mi alrededor estan los demas que me han ayudado antes, inclino un poco la cabeza a forma de dar las gracias. enfundo mi pistola y uso el mango la hacha a modo de bastón,con la otra mano saco el auspex arcaico y veo que a dejado de hacer el tonto de momento, no hay movimiento, pero de golpe escucho un leve gemido, la victima de esas cosas aun le queda un leve suspiro de vida, me dirijo tan rapido como puedo a la victima y me arrodillo, quizas pueda decri algo util, como de donde han salido todos esos bichos, o al meno de que dirección, maldita sea no para de escupir sangre, acerco mi oido a su cara para intentar descifrar algo de lo que dice, y mentalmente activo la opcion REC.

Ufff, nos ha ido de un pelo. El combate parece haber terminado por ahora pero estoy seguro de que sólo es un mero respiro antes de que más de esas criaturas se nos echen encima. Necesitamos buscar una posicion defensiva donde atender a Barr. Con un gesto aprendido, enfundo de nuevo la pistola y la espada sierra.

Con mucho cuidado, examino las heridas de Barr pero mis conocimientos de primeros auxilios no van más allá de unas rudimentarios vendajes para taponar la hemorragia. El visioingeniero está muy pálido pero no podemos quedarnos aquí. Rezando porque las heridas de nuestro compañero no sean demasiado graves le tiendo mi brazo.
"Ánimo Barr, ya estamos cerca, entre las novicias hay varias que son mucho más aptas que yo en el ámbito de la curación. Pasa tu brazo por mi hombro para poder continuar si te ves con fuerzas".

De un rápido vistazo, compruebo que nadie más parezca gravemente herido y de un grito, llamo la atención de Lukas, el compañero en el que más confianza tengo por el momento. "Hey Lukas, échame una mano con el visioingeniero. Vamos a intentar que no tenga que esforzarse demasiado en el trayecto".

Intento mantener el ánimo dando breves elogios a cada compañero, todos han realizado una buena labor y desde luego han mantenido la compostura dónde muchos habrían fallado al Emperador.

Sólo queda esperar que no tengamos más sorpresas antes de llegar al cuarto de las Hermanas...

Desde el fondo de la sala y cerca de la puerta a la que nos tenemos que dirigir, oigo gemir al pobre diablo que estaban destripando antes de que llegaramos. Parece que mi punteria esta bastante desafinada, que se le va a hacer.
Sin gran cosa que hacer, solo hay cajas desperdigadas alrededor y nada ni nadie escondido a simple vista, me dirijo al pobre diablo con la pistola preparada y enfundando el hacha, mientras la hermana y Lukas ayudan a Barr a ponerse en pie, imagino que pocas tripas de verdad le quedaran al ingeniero, asi que espero que la herida no le imposibilite, parece un buen elemento.
Esperemos que este otro pueda decirnos algo o si es necesario, le dare la paz que necesitara.

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El pobre diablo apenas es un amasijo de carne, sangre y vísceras. La vida se le escapa con rapidez, y parece estar claramente en shock. En su mano derecha aprieta con una fuerza de poseído un gastado símbolo del Águila, lo que queda de un destrozado rosario. Se agita, balbucea, y se atraganta con su propia sangre.

Entonces se convulsiona y agarra a la Hermana por el cuello con fuerza, y trata de incorporarse. Le sujetáis, vomita un poco de sangre, y susurra de forma casi imperceptible unas palabras. Al instante siguiente, se derrumba. Ahora está junto al Emperador.

- ¿Hermana? - pregunta Barr

Lucía se ha quedado pálida por un momento, pero en sus ojos vuelve a brillar el fuego de la resolución.

- Sus últimas palabras han sido "Demonio" y "Pasillo abajo"

Con un gesto maquinal, amartilla su bólter.

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La salida de más adelante es otra compuerta de sellaje, pero está ligeramente abierta. Al otro lado se ve un pasillo lleno de cadáveres y restos de fluídos demoníacos.

El moribundo guardia expira entre estertores. Una nueva capa de sangre mancha el frontal de mi servoarmadura y por un momento, la sangre imperial limpia parte del icor que me cubre por completo. Quizá sea un augurio.

"Está claro que la prueba que nos ha impuesto el Emperador dista mucho de estar acabada. Acabad de prepararos de nuevo, parece que algo más grande y peligroso nos espera compuerta abajo".

Con paso firme, encabezo la marcha por la compuerta abierta. Sólo me queda rezar porque el camino hasta mis hermanas esté desierto y los demonios hayan pasado de largo. No obstante, no me hago muchas ilusiones, por lo que se ve, la nave es un coladero de enemigos...