La Joya de Tempestad (Partida)

Todo el mundo se empieza a mover a mi alrededor, me mareo y comienzo a sentirme enferma. La realidad de lo que nos ha ocurrido se impone pero mi cerebro no es capaz de soportarlo.

La amarga bilis asciende por mi garganta intentando dar salida al horror que contrae mis músculos dejándome como una muñeca desmadejada. Por un momento pierdo pie, caigo de rodillas y apoyo las manos contra el suelo. Parece como si el peso de la propia nave oprimiera mi pecho.

Trabajosamente, evito hiperventilar delante de todos mis compañeros. Doy un puñetazo en el suelo, y sudorosa, intento dejar de temblar. Justo cuando pienso que mi cordura no va a ser capaz de asumir lo ocurrido el auspex de Barr comienza a pitar.

Con un suspiro de alegría, la adrenalina invade mi sistema nervioso. Un golpe de endorfinas se apodera de mi cerebro y relaja mi mente. Una sonrisa cruza mi cara, en el combate es mi brazo el que piensa, mi mente aguantará un poco más...

"Posiciones defensivas amigos, sean quienes sean ya vienen..."

La tecnologia no es lo mio y el auspex que llevo no indica nada ( el 1 existe) a pesar de que lo sacudo a conciencia ante la mirada de desaprobación del ingeniero que con su antigualla empieza a detectar movimiento.
Tras unos momentos de vacilación parece que la sor reacciona y de nuevo quiere guerra, bien por ella.
.- Eso es hermana, si quieren guerra se la daremos.-
Cuelgo el auspex al cinto y desenfundo la pistola y el hacha.
.-¿Volvemos a la carga señores?.-
Sin necesidad de mas nos acercamos a la puerta de nuevo y el auspex de Barr parece haberse vuelto tarumba de lo que pita, pero no hay rastro del demonio que nos envio hasta aqui. Como diria un viejo colega, pongo cara de sorna y suelto un...
.- ¿Quieren vivir para siempre señoritas?.-

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Barr -> El Áuspex detecta movimiento constante y errático. Logras filtrar las señales con un poco de trabajo (unas cuantas plegarias y unos cuanto capones). Las señales erráticas son eliminadas, y son debido a objetos que cuelgan del techo: cables, cañerías rotas,... Las señales constantes delatan que hay algo grande moviéndose a unso doscientos metros, loq ue queda a unos ciento cincuenta metros en línea recta una vez pasada la puerta de la sala cilíndrica (os recuerdo que tenía dos puertas).

El Áuspex detecta a demás de marcas de movimiento la presencia de señales de energía convencional (eléctrica, o térmica, o algo así) pero con un Pantallazo Azul el Áuspex se desconecta antes de que puedas hacer más análisis.

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Joder, se ha vuelto a cabrear el espiritu maquina, tendre que dedicarle un capitulo de salmos entero.

Da igual todo, a 200 metros hay algo muy grande, la sala circular esta a 150m por lo que ahi no hay la cosa grande que detecta esto.

Toca desenfundar las armas y continuar.

Un pitido comienza a retumbar en mis oídos sin dejarme escuchar nada. Al menos he recuperado la verticalidad. y ya no lo veo todo borroso. Supongo que el resto de sentidos irán volviendo con el tiempo. El comisario dice algo, por su sonrisa supongo que es algo para levantar la moral de la tropa. Le devuelvo la sonrisa para no preocuparle y asiento como si le escuchara. El herido visioingeniero golpea su auspex y señala hacia un pasillo de manera nerviosa y repetitiva. Supongo que lo que sea que se mueve está en esa dirección. Agarro con fuerza el bólter y nos ponemos en movimiento.

A Barr parece que la tecnologia antigua tampoco se le da excesivamente bien, pero lo suficiente para hacernos saber a donde hay que ir.
La hermana, aunque no se si me ha escuchado, ha pasado su momento de debilidad y amartilla el Bolter.
Pues en marcha entonces, no hagamos esperar a nuestros nuevos anfitriones, ademas, los bichos grandes le gustan a mi hacha.
.- Usted primero señora. Y quizas seria bueno que el chico del lanzallamas la acompañase, no quiero que se me queme la gabardina.-