La Joya de Tempestad (Partida)

Despues de reunirnos en la armeria formamos un pintoresco grupo y nos ponemos en marcha, seguimos al tecnosacerdote, ya que este y el oficial, tienen mayores conocimientos de la nave y su estructura que nosotros.

El Sacerdote nos guia por unos conductos de ventilacion, unos claustrofobicos conductos mas bien, para poder pasar de desapercibido y llegar con mayor rapidez hacia nuestro objetivo, el cuarto de las Hermanas.

Tras unos veinteminutos de arrastrarnos por los conductos Barr patea una rejilla y caemos a un angosto pasillo,segun nos dice nos llevaran hasta las Sororitas.

Pero un ruido nos pone alerta.

No hay duda, algo araña el metal desde el otro lado, rapidamente nos ponemos en posicion, Barr se situa delante de la puerta, preparado para abrirla o esperar al enemigo, Lucia detras de el y el comisario, el oficial y yo mismo nos abrimos detras de la Hermana preprados para apoyar a nuestros compañeros.

Jum... se nos acaba de adobar otro grupito más al visioingeniero y a mi, una monja, un comisario (mamá) y un soldado con bastante buena pinta. Por ahora no vamos mal, y siempre me quedará el consuelo del lanzallamas, que además... ¡sirve de mechero! esto es un chollo.

La monja se pone a dar órdenes como si la vida le fuera en ello, y los demás, demostrando una falta total de personalidad, la siguen sin rechistar, desde luego... que verguenza, incluso el comisario ([i:34b7w9o2]glucs[/i:34b7w9o2]) se muestra pasivo, y no dice nada, asique me presuro a seguirles, que tampoco es que me apetezca quedarme solito en esta macrofiesta que se ha montado em mi nave, de toda la vida me ha gustado bailar acompañado.

De pronto Barr le suelta una coz a un mamparo y lo tumba, nos dice que echemos a andar, explicandonos que es un conducto de desperdicios

-[i:34b7w9o2]que apropiado...[/i:34b7w9o2]

Al salir me oriento rápidamente y me doy cuenta que avanzando un poco podríamos llegar donde el resto de las monjas locas sin demasiados problemas, pero claro, el emperador ama a todos sus súbditos, pero como amar es odiar, de repente, al llegar una intersección e ir Barr a abrir la compuerta, se oye al otro lado como si estubieran rallando queso, solo que con un cacho de metal, lo que hace que nos preparemos para el combate, situandose atrás todo el mundo menos Barr, que se posiciona para descerrajarle a lo que sea que pretenda colarse una plomiza bienvenida, ya que lleva un arma de corto alcance, ideal para este tipo de bienvenidas, por lo que yo, que llevo el calor del hogar conmigo me pongo junto a él con una sonrisa, intentando no tapar las líneas de disparo de los demás del grupo.

-Espita del lanzallamas encendida, promethium libre y camino de la boquilla ¡demosles amor en llamas!

-[i:34b7w9o2]A veces soy de un sentimental... que cosas oye...[/i:34b7w9o2]

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De repente, los golpes en la compuerta cesan. Se escucha un siseo, y caéis en la cuenta de que sea lo que sea que hay detrás, está escuchándoos. Diez segundos después, se oye una conmoción al otro lado del pasillo, como si una docena de criaturas horribles reptasen a toda velocidad al otro lado y se alejasen de vosotros. Instantes después, se escuchan unos alaridos de dolor al otro lado.

Alguien está gritando y pidiendo auxilio al otro lado. ¿Qué clase de atrocidades le estarán haciendo a esa pobre víctima?

Barr comprueba el tablero operador de la puerta. Está roto y desconectado, pero la apertura manual hidráulica debería funcionar - el Omnissiah siempre tan previsor - para que en un par de minutos la compuerta se abriese de golpe y os dejase pasar.

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De pronto silencio.

El sonido detras del mamparo blindado cesa durante unos segundos,esa sensacion que a uno le recorre el cuerpo cuando siente,sin ver, a otra persona se nos apodera de nosotros, sin duda hay alguien detras de la puerta.

De pronto ruido.

Volvemos a la realidad cuando una decena de seceos y gorgoteos irrumpen a traves de la puerta, oimos arrastrarse a un buen puñado de criaturas detras de la puerta y un grito de auxilio acompañado de un desgarrador aullido, creado por una garganta humana.

Barr se dirige a toda prisa al control de la puerta, en un par de minutos se deberia abrir nos dice.

En un par de minutos...

Maldita sea, han dejado de golpear la puerta y ahora atacan a alguien más. Sólo puedo esperar que no sea una novicia que haya salido de la habitación en la que se habían atrincherado. Un estremecimiento recorre mi cuerpo y rápidamente intento descartar esos oscuros pensamientos. De veras que lo intento.

"Por El Sagrado Emperador, Barr. Vuela la maldita puerta o lo que haga falta pero ábreme un camino hacia el otro lado. Alguien necesita nuestra ayuda".

Una gota de sudor recorre mi sien izquierda mientras aferro con fuerza mi bólter. El servo guante cruje por el exceso de fuerza empleado cuando levanta el bólter segundos antes de que se abra la puerta. Por fin podemos entrar...

De golpe los ruidos dejan de oirse para a psoterior oirse un tremendo alarido, activo la abertura manual hidraulica, bendito sea el ominisshia, en unos minutos sabremos lo que pasa detras de la puerta y el servocraneo aun no a encontrado ninguna rejilla de ventilacion para mandarme imagenes del otro lado del mamparo, creo que voy ha hacerlo volver y asi si tenemos que salir corriendo no lo perdere, hare que me siga volando encima mio, que cuantos mas ojos vigilen mejor.