EL TORMENTO DEL SAQUEADOR

16 años 6 meses antes #1248 por AGRAMAR
Abbadon, el destructor de mundos, el arrasador de ilusiones, el segador de vidas, el asesino de masas.
Esto es todo lo que sabemos sobre él. No tenemos modo de saber que, incluso esta demoníaca criatura, es susceptible de caer en el tormento: en la duda


Las chispas saltaban por doquier con cada impacto de las cuchillas relámpago sobre la mítica espada refulgente de energía divina.
El Emperador de la humanidad se defendía a marchas forzadas de los furiosos embites del architraidor Horus, que descargaba golpe tras golpe con una furia inenarrable. Una furia de odio y venganza.
El ruido ensordecedor procedente del feroz combate que se libraba en el resto de la nave entre Exterminadores leales a la humanidad y las babeantes bestias demoníacas al servicio del señor de la guerra sublevado, no llegaba a las profundidades de la sala de mando donde se libraba el titánico combate. Solo el agudo chillido de agonía, el terrible gemido de dolor que había surgido de la garganta de Angron, al otro extremo de la enorme barcaza de batalla, había osado interferir en el respetuoso silencio que envolvía el duelo de ambos titanes.


En un momento de inspiración, El Emperador retomó la iniciativa y lanzó un furioso contraataque contra aquel vil demonio de apariencia humana. Horus retrocedió unos metros, abrumado por el aura divina de su oponente, pero solo tardó unos cincuenta segundos en emplear la fuerza de su adversario en su favor: bloqueando la espada rival con su garra derecha, y colocando su pierna para hacer caer al divino gobernante que se le oponía. Y una vez que este estuvo derribado en el suelo, el traidor se abalanzó sobre él...
...y lo descabelló con sus garras relámpago. El cuerpo del emperador yacía inerte bocabajo, con sus largos cabellos negros tapando el rostro invisible, y los dedos crispados sobre la espada. A solo medio palmo de la escalera. Su sangre, la esencia misma de los benditos marines espaciales, formaba un charco alrededor del cadáver. Gota a gota, se fueron acumulando en ese charco las esperanzas de una raza entera.
Horus alzó sus garras victorioso, y con un sobrehumano, demoníaco grito de guerra anunció a toda la barcaza de batalla y a toda la disformidad su victoria.
Por que ahora solo quedaba un asunto pendiente en la nave: Sanguinius


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Abbadon, el Saqueador, se retiró el casco de simulación psíquica. No quería ver lo que venía a continuación.


La pequeña sala donde se encontraba sorprendía por su limpieza y el color brillante y suave de sus paredes de alabastro. No había ni rastro de las repulsivas mutaciones que eran de esperar en una nave que llevaba 10000 años al servicio de los poderes ruinosos. Un potente ordenador, un dios-máquina, trabajaba en el extremo más alejado de la estancia. Abbadon, envuelto en sudor, se dirigió con paso vacilante hacia la puerta de salida.

Aquella debía ser la vez número tres millones que repetía entera toda aquella simulación. La máquina de simulación era magnífica; un artilugio en parte Eldar, en parte humano, ... y en parte demoníaco. Conseguirla le había costado a Abbadon diez de sus más veteranos guerreros pero... no todo el mundo tiene a su disposición una máquina capaz de predecir y simular las líneas de tiempo ya pasadas, alternativas. La posibilidad de suplantar a un personaje ya muerto, y cambiar la historia. Una máquina capaz de responderle a una de las mayores incógnitas que se plantean los seres inteligentes: “¿Qué habría pasado sí...?.

El saqueador de mundos le había preguntado tres millones de veces ¿Qué habría pasado si hubiera tenido el poder de Horus? ¿Qué habría pasado si yo, si Horus hubiese ganado?


Abbadon atravesó el umbral de salida, al tiempo que indicaba con un levísimo fruncimiento de ceño a los dos exterminadores de la legión negra que guardaban la puerta, que se abstuvieran de presentarle informe, o saludo alguno. Cuando estaba pensativo, Abbadon no tenía ganas de protocolos. Ni siquiera le importaba que los prisioneros le mirasen a la cara, cosa que solía costarles la vida de forma inmediata.


Sonrió al pensar que, quizás, en el pacífico imperio del glorioso emperador-cadáver, se consideraría también motivo de herejía el hecho de que una simple simulación por ordenador, una previsión basada en números y probabilidades; fuese para el terror de un millón de mundos más preocupante, más desazonador, que el hecho de tener todos los ejércitos y pro-hombres del Imperio tras su pista.

Pero había como para inquietarse.

Abbadon no había querido ver el resto de la predicción. Ya la conocía. La había visto con desasosiego 2.999.999 veces exactamente. La visión de su persona, la de Horus; victorioso, triunfante, alzado sobre el cuerpo derrotado del falso emperador.
Después Él, el nuevo señor supremo de la galaxia saliendo de su puente de mando. Sorteando los restos de exterminadores y demonios, en medio del mayor olor a disformidad descompuesta que había olido nunca. En Busca de Sanguinius.
La visión de Angron, con su cuerpo físico convertido en repulsivo rompecabezas de tres piezas, las transmisiones llenas de pánico desde la superficie de Terra, donde sus fuerzas estaban siendo masacradas. Y luego....luego....

........... la humanidad entera. No solo sus ejércitos, sino todo el género humano. Cada hombre, mujer, niño y anciano. Cada telépata, cada lexómata, cada humano cibernéticamente mejorado, cada mutante.... TODOS se alzaban contra él. Se reunían todos ellos para hacerle frente, encabezados por Sanguinius. Le perseguían como a un perro por todo el universo, más allá de la galaxia. Hasta un mundo cubierto de hielo púrpura.


Allí, aún más seres se alzaron contra su poder: los Eldar, los Orkos.... incluso algunos de sus propios primarcas le traicionaban.

Todos sus enemigos se extendían ante él. Millones de marines espaciales, billones de alienígenas. Quintillones de simples humanos mortales.

Y cuando el último de sus Hijos, de sus seguidores hubo tocado el suelo con su cuerpo muerto. Solo quedaba él.

Se enfrentaba en combate singular a todos y cada uno de los primarcas que quedaban vivos. Y uno a uno los iba derrotando.
Antes de morir, Sanguinius le hacía una pequeña hendidura en la armadura, pero el Emperador ya no podía introducir su espada por allí.

Alzándose sobre la pila de cadáveres de los poderosos primarcas, El architraidor lanzaba un rugido de desafío a la humanidad que esperaba ante él.

En ese momento, todos y cada uno de los enemigos que aguardaban cambiaban. Poco a poco Todos se convertían en primarcas. Todos y cada uno eran El Emperador, Sanguinius, Guiliman, Jonson, Dorn.... Y se abalanzaban contra él. Abbadon se defendía; mataba a cientos, pero seguían llegando más. Lo abrumaban, lo derrotaban, lo mataban. Y abandonaban su cadáver en aquel cráter olvidado. Y sus huesos se convertían en polvo mientras incluso sus propios aliados recibían un funeral digno. Y le olvidaban para siempre. Y solo recordaban al Emperador muerto en su trono de oro.


......................................................................

Abbadon, El saqueador, penetró en sus aposentos personales.

2.999.999 veces había hecho revisar aquella máquina infernal, y 2.999.999 veces, sus tecno-expertos le habían asegurado que funcionaba perfectamente.

Entonces ¿Cuál era el problema? ¿sería cierta la predicción? ¿sería una prueba de los dioses del Caos?.

Sea lo que fuere, aquella noche Abbadon decidió que la haría destruir. Aquella noche, fue, en 10000 años, la número tres millones que había necesitado cerrar sus ajados párpados. La número tres millones que había necesitado dormir. La número tres millones que...


..... no había logrado dormir.




Por Enrique García Coronel A. Denz

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16 años 6 meses antes #1313 por Coronel
Respuesta de Coronel sobre el tema Ref:EL TORMENTO DEL SAQUEADOR
muy weno,si señor. Quedad demostrado que aunque no conozcan el miedo , después de 10.000 años la duda sigue habitando en sus corazones

Who dares wins. SAS 22. Air Reg.

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16 años 6 meses antes #1321 por Janus
Respuesta de Janus sobre el tema Ref:EL TORMENTO DEL SAQUEADOR
habia leido la historia ya...es genial, me encanta. Hay mucho que leer entre lineas.

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16 años 6 meses antes #1339 por Lord Kratos
Respuesta de Lord Kratos sobre el tema Ref:EL TORMENTO DEL SAQUEADOR
Mola mucho.... muy buena la verdad...

Ahora ya sé porque le pintan la cara así a Horus, porque desarrolla un problema de "insomnio" de 3m de veces xDDDDD

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