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Creación de los pretorianos sangrantes
Los pretorianos de khorne son un capitulo renegado de los marines espaciales del cual por razones desconocidas el ordo hereticus borro toda información de cuando estos eran leales y fue modificado cualquier otra en la que estos hubieran estado presentes borrándolos por completo de la historia imperial, lo más antiguo que se conoce del capítulo fue su batalla en Echor VI en el cual se volvieron un capitulo renegado, el capítulo entero fue llamado para ir al planeta a exterminar y asegurar la eliminación total de un recién descubierto y altamente peligroso culto herético adorador del dios del caos khorne que se hacía llamar ‘’los guardianes de la esposa’’, el señor del capítulo Lerion y su mano derecha y más fiel guerrero el capitán de la primera compañía Reclus asaltaron el planeta sin ningún tipo de piedad, su ataque al planeta fue tan devastador, decisivo y cruel que el mismísimo khorne el cual llevaba moviendo los hilos de este planeta con sus propias manos desde hace tiempo quedo interesado en usar a estos para sus planes.
Echor VI estaba defendido hasta los dientes por soldados renegados, herejes y peor aun un gran número de marines del caos de los comedores de mundos, de igual manera Lerion, decidió para su estrategia no hacer más que copiar a los devoradores de mundos en una idea de luchar fuego con fuego los marines de los devoradores de mundos estacionados en el planeta era algunos de los más salvajes de la legión y lucharon con mas fuerza que un ejército entero de demonios de su dios, pero los marines leales de Lerion lucharon con un salvajismo, una crueldad, y una brutalidad, que empequeñeció las masacres más crueles que pudieran siquiera imaginar sus contrapartes caóticas, los soldados leales luchaban usando sus espadas y después sus bolteres como mazos, después los cascos y cabezas del cadáver mas cercano fuera amigo o enemigo, luchaban no solo con lo que tenían sino con lo que agarraban sacando sus municiones y armas de cuerpo a cuerpo mas amenazadoras de los cadáveres de los herejes caídos que usaban como balas y trincheras, su salvajismo en el campo de batalla no fue visto con vista gorda por el dios de la sangre khorne el cual había empezado su más grandiosa empresa en ese mismo planeta algunos años antes de que el capítulo de Lerion fuera mandado, khorne bajo una oculta ayuda de tzeentch había logrado embarazar a una humana con su propia esencia, su hijo, su vástago mas poderoso, un demonio que tendría el mismo poder que su padre pero viviría en un cuerpo mortal que no estaría limitado a la deformidad, su paladín perfecto, khorne para proteger a su creación en su estado mas débil, el embarazo dentro de la humana, el mismo influyo sobre la mayoría de la población tornándola a su culto y al mismo tiempo hiso que varios grupos de marines espaciales del caos de los devoradores de mundos y otros que le eran fieles fueran hasta el planeta solo con el ideal de proteger a la humana y a la criatura que crecía en su vientre, así el culto de los guardianes de la esposa nació para proteger a la ‘’esposa’’ del dios de la sangre y a su primogénito
Lerion no tenía la menor idea de esto y solo veía el planeta como otro gran culto de locos herejes que matar por el emperador, y eso era lo que pensaba y estaba seguro de hacer, Lerion y sus hombres copiaron y mejoraron en las batallas de este planeta la forma de asalto berserker de los devoradores de mundos, y batalla tras batalla su sorprende avance ganaba y ganaba terreno en el planeta matando a millones de herejes con solo algunos pares de caídos entre el capitulo
En la batalla de Queriada la capital del planeta, las desesperadas fuerzas herejes intentaban por todos los medio detener el imparable asalto de los marines de Lerion pero estos aguantaban todo lo que les lanzaban fuera fuego, plomo, caos o sangre, los marines de Lerion no conocían el significado de parar y seguían corriendo gritando a coro maldiciones hacia sus enemigos mientras disparaban con lo que tuvieran en sus manos fueran bolteres suyos, rifles láseres de los herejes o los mismísimos bolteres de sus hermanos traidores los devoradores de mundos hasta llegar a sus enemigos y abalanzarse contra ellos usando de arma espadas, hachas, cuchillos, escudos, cascos y las mismísimas cabezas de los herejes que ya habían matado
Lerion y sus hombres no conocían la retirada ni el descanso, dentro de la capital pasaban de lucha a lucha manchando con litros de sangre sus armaduras hasta el límite que los colores de la armadura quedaron totalmente escondidos tras el color vino tinto de la sangre seca y el escarlata de la nueva sangre que se desparramaba por ella, en el puente que conectaba la fortaleza con la cuidad Lerion y solo dos de sus hombres con armaduras de exterminador de abalanzaron contra las trincheras de los herejes defensores acribillando y matándolos a todos sin ninguno de ellos caer, cuando pasaban el puente, una gran bola de fuego apareció del cielo estrellándose al frente de ellos encima de uno de los soldados de Lerion que estaba más adelantado, Lerion grito con todo su fuerza el nombre de su leal soldado, claro que para el aunque fuera un fanático a la guerra odiaba perder a cualquiera de sus valientes soldados, Lerion siguió corriendo por el puente con el otro hermano en armadura de exterminador a su lado, para ver como la gran bola llameante tomaba forma, tomando la forma de una gran armadura del tamaño de un dreadnought, armada con una larga espada demoniaca que era tan poderosa que hasta quemaba el aire que la rodeaba dejando un humo negro de olor nauseabundo, toda la armadura del demonio parecía estar echa por una colección de calaveras, Lerion se paro al frente del demonio, lo miro a los ojos sin inmutarse ni siquiera un centímetro y le grito
-soy Lerion, un marine leal al emperador ahora demonio dime tu nombre y así podre escribir en los anales del tiempo lo dolorosa y rápida que fue tu muerte-
El demonio no se inmuto ante sus palabras y siguió mirándolo a los ojos, de repente el demonio apoyo su gran espada del metal del puente y dijo con una vos que parecía el chillar de las mismas calaveras de su armadura
-soy Nohkre, y ahora marine tu lealtad pasara de ser de un simple mortal enjaulado a un verdadero dios inmortal y supremo-
Lerion grito y se lanzo al ataque para ver como Nohkre desaparecía y reaparecía a unos 20 metros en la entrada a la fortaleza, Nohkre entro en la fortaleza y Lerion lo siguió sin esperar en lo absoluto, en ese mismo momento se le unieron a Lerion su fiel mano derecha y capitán de la primera compañía Reclus y su también confiable hermano el capellán Tririo el más fiel y bravo entre los capellanes, así los cuatro hombres Lerion, Reclus, Tririo y el hermano en armadura de exterminador Saegas entraron en la oscura fortaleza de Queriada, capital de Echor VI, base principal de los guardianes de la esposa y base de khorne entre e los mortales
Al entrar todo estaba muy callado y en silencio en comparación a los estridentes gritos, disparos, chispazos de armas al chocar y explosiones que llenaban el exterior de la fortaleza, la penumbra también era inquietante, los cuatro hombres avanzaron lentamente hombro con hombro con Lerion a la cabeza, cuando no habían dado aun su decimo paso dentro de la fortaleza un grupo mayor de una treintena de berserkers y elegidos de khorne se abalanzo desde todas direcciones hacia el diminuto grupo de Lerion, Lerion fue el primero en responder gritando maldiciones e insultos a diestra y siniestra contra sus enemigos para insuflar coraje a sus hermanos al mismo tiempo que vaciaba todo el plomo que su bolter cargaba en todo enemigo que se moviera en su campo de visión, el hermano capellán Tririo acabo con varios solo con sus puños partiendo cabezas y desnucando enemigos a patadas, el hermano capitán Reclus hiso lo suyo con su hacha de energía y su bolter, y el hermano Saegas insuflado en una furia sagrada destrozo a dos elegidos partiendo sus cascos entre ellos y así volviendo una masa uniforme ambas cabezas, siguieron avanzando por la fortaleza aguantando batalla tras batalla, hasta que un demonio de khorne arremetió por la espalda contra Saegas y lo atravesó con su espada en el centro del pecho, Lerion lloro sangre mientras decapito y siguió cortando al demonio intentando de alguna manera que lo que paso no hubiera pasado, se agacho ante su hermano caído y le rezo una plegaria antes de pararse ahora con su espada de energía y el hacha de energía de su hermano en la otra mano, ahora con su furia insuflada siguió matando todo lo que poblaba la fortaleza hasta llegar a lo más alto, la sala principal de la fortaleza al abrir las puertas plateadas, vio parado a unos 30 metros de distancia al demonio Nohkre y junto a él en un trono había una mujer de una belleza segadora con los ojos cerrados como si durmiera, la mujer tenía el cabello rojo como la sangre y parecía estar embarazada, no le dio importancia al momento y siguió caminando a paso decidido hacia el demonio, el demonio levanto la mano en señal de espera y el grupo de Lerion paro por acto reflejo
-has pasado la prueba gran paladín-
-¡que prueba demonio!, mi prueba por el emperador es empalar tu cabeza como la de todos los asquerosos que decidieron seguirte a ti y a tu dios en una plaza y mostrar que somos superiores-
El demonio camino unos pasos más cerca y dijo con una vos que parecía un chillido de las calaveras de su armadura haciendo parecer que fueran estas las que hablaran
-paladín te confundes demasiado tu no hablas con un demonio… tú hablas con un dios-
En ese mismo momento sangre empezó a salir de todos los recovecos de la sala y las grandes puertas de plata se trancaron y volvieron negras como si las hubieran quemado
-ahora inclínate paladín por que estas ante mi presencia, soy khorne dios de la sangre y señor entre señores, arrodíllate paladín por que ahora tu serás el guardia de la criatura que nace con mis propios poderes y con el don de ser mi mano entre los mortales-
Lerion voltio hacia la mujer pelirroja que estaba sentada dormida en el trono de un curioso color bronce
-¡no le escuches hermano!-
El hermano capellán grito con todo lo que tenia y se abalando contra el dios disparando para verse convertido en solo huesos y sangre al instante, la sangre del capellán salió volando en la dirección de sus hermanos manchando sus armaduras por mas sangre de la que ya tenían, Lerion quedo sin habla por un segundo, su mente en blanco, sus manos y piernas flojas, pero al instante se recupero, el color sangre tomo el color blanco se su mente sus piernas y brazos ganaron una fuerza que no habían tenido antes, salto con toda su rabia contra el dios demoniaco destrozando el piso en su impulso, salto con fuerza y su rabia era incontenible, tan fuerte que le era palpable en la piel, así como una segunda piel echa del sentimiento que ahora lo volvía superior a cualquier ser humano o superhumano, salto y tanto su espada cono el hacha de su hermano caído chocaron contra la armadura de cráneos del dios, pero aunque Lerion se hubiera inflado con una fuerza incomparable para los mortales, khorne era más fuerte y su ataque ni siquiera ensucio los cráneos de la armadura del demonio, khorne lo agarro por el cuello y lo elevo poniéndolo a la altura de sus ojos
-ahora paladín es tiempo de que cumplas tu trabajo….-
La lucha en la capital casi había acabado, no quedaban casi herejes y los que quedaban corrían mientras los bolteres y armas arrojadizas de los marines leales los remataban por cobardes, de repente un dolor incontenible azoto el cuerpo de los marines, los hermanos cayeron al suelo gritando y blasfemando, sus armaduras empezaron a tomar un color sangre natural y la pintura normal se desconcho, la sangre seca se volvió otra vez liquida y empezó a emanar a borbotones y sin cesar se sus armaduras, seguían gritando hasta que la sangre dejo de brotar y el dolor paro repentinamente, los hermanos se levantaron anonadados y aturdidos, hasta que sintieron un hilo frio bajando por su ojo izquierdo, fueron muchos los que se quitaron el casco inmediatamente para ver qué pasada y solo unos pocos que tenían miedo de saber ni se lo tocaron, al ver sus rostros todos no dejaban de llorar una continua cascadita de sangre del ojo izquierdo, la maldición de la sangre había sido impuesta
Tras la batalla los hermanos se reunieron ayudando a sus hermanos heridos y no dejando a ninguno en el campo de batalla estuviera sano, herido o ya muerto solo en la devastada ciudad, todos fueron a la entrada del puente que llevaba a la fortaleza de la capital donde los esperaba su señor y el capitán más valiente del capítulo Lerion y Reclus
Todos quedaron paralizados al ver que Lerion llevaba algo entre sus brazos, un bebe…no, una bebe, una pequeña de cabellos rojos como la sangre que no dejaban de emanar de sus ojos izquierdos igual que lo hacia los dos ojos de su señor, cuando la niña abrió los ojos quedaron mas sorprendidos todavía al ver unos ojos escarlata del más puro color sangre, ahí fue cuando Lerion hablo
-hermanos se nos a encomendado una nueva misión…ya no hay que matar herejes pues somos unos, ya no hay que matar demonios pues algún día serán aliados, todos hemos luchado por una mentira y cargo en mis brazos la verdad y la prueba de la más grande traición del emperador hacia nosotros los que éramos sus hijos predilectos, ahora hermanos defenderemos la prueba de la verdad y llevaremos la justicia al imperio corrupto-
Tras su discurso el silencio reino, los hermanos de batalla de miraron los unos a los otros después miraron a la niña, después a su señor, muchos miraron con una mirada seria después del silencio y dieron un paso adelante desenvainaron sus espadas y se arrodillaron ante su señor y la niña que llevaba en brazos, los pocos rezagados no tardaron en hacerlo, todos menos uno se agacharon, el hermano Riodrig siguió parado en su lugar sin quitarse el casco o desenvainar su espada o arrodillarse, no hiso ningún saludo o seña de aprobación, sus demás hermanos lo empezaron a mirar pero no se inmuto solo miraba a Lerion y Lerion solo lo miraba a él, Lerion le dio la niña a su más confiable guerrero Reclus y empezó a caminar hacia su hermano hasta que quedaron uno frente al otro, ahí el hermano Riodrig hablo
-señor, lo e seguido desde los campos de Armagedón hasta aquí, e matado a todo xeno, demonio y hereje que el imperio mando, para que ahora diga que a sido enbano?-
-yo también quede aludido y atontado ante esto hermano pero la verdad siempre duele-
-pues seguiré siendo leal a mi capitulo y a mi señor-
Al decir este se arrodillo ante Lerion
Archivo adjunto nacimiento_de_los_pretorianos_sangrantes.zip no encontrado
)
(pensaba que era una novela jeje)
el archivo es de word
Envio editado por: nomoresorrow11, el: 2010/08/21 10:03[file]