Los Puños Carmesíes.

El capítulo de Marines espaciales de los Puños Carmesíes capítulo de Marines Espaciales

Capítulo sucesor de los Puños Imperiales, los Puños Carmesíes han mantenido las orgullosas tradiciones de su legión progenitora durante diez milenios, luchando contra los multitudinarios enemigos del Imperio con la estoica ferocidad que le ha convertido en famoso. Aunque fueron recientemente diezmados por un Waaagh! del tristemente célebre Señor de la Guerra Orko Snagrod, en el Arco de Charadon, los nobles hermanos de batalla continuan en la lucha a través de la época mas oscura de su capítulo, basándose en su espíritu orgulloso y 10000 años de fiel servicio al Dios-Emperador de la Humanidad.

Orígenes
"Nunca he estado mas seguro de que el Emperador cuida de nosotros que cuando vi a nuestro maestro de Capítulo volver a nosotros de la muerte".

Sargento Huron Grimm en el asedio de la ciudad de Nueva Rynn


Los orígenes de la Puños Carmesíes se encuentran al final de la Herejía de Horus. A raíz del cataclismo de la guerra civil que vio como el architraidor Horus llevaba al Imperio al borde de la ruina, las legiones de Marines Espaciales aún leales al Emperador emprendieron un programa masivo de reorganización y reconstrucción. Roboute Guilliman, Primarca de la Legión de los Ultramarines, presentó su Codex Astartes, un tomo de proporciones épicas en el que se establece el futuro de la Legiones Astartes como unidades más pequeñas llamadas capítulos, cada uno formado por una legión padre. Varios de los Primarcas, incluido el de los Puños Imperiales, Rogal Dorn, se opuso con vehemencia al plan de Guilliman, ya que pensaba que era perjudicial para la seguridad del Imperio, y un grave insulto para el honor de su legión.

El desacuerdo llegó a un punto crítico cuando el crucero de batalla crucero Terrible Angel de los Puños Imperiales Puños fue acosado por la Armada Imperial. Para su eterno crédito, Rogal Dorn cedió, en lugar de sumergir al Imperio en otra amarga guerra intestina. Al igual que sus hermanos Primarcas, su legión se vió dividida en tres capítulos: los más acérrimos seguidores del Primarca mantuvieron el título de Puños Imperiales, los más celosos hermanos se convirtieron en los Templarios Negros, y los miembros más recientes que habían sido iniciados se transformaron en los Puños Carmesíes.

El recién formado capítulo se pertrechó con una barcaza de batalla, una serie de cruceros de ataque y varias fragatas de ataque rápido de los Puños Imperiales, y partieron a forjarse un destino por sí mismos. Durante los próximos diez milenios, los Puños Carmesíes tallaron su nombre en los anales del Imperio, orgullosos de mantener el legado de Rogal Dorn y los Puños Imperiales.

Tomando el lugar de honor en el Assimularum de la fortaleza-monasterio del capítulo se encuentra una majestuosa talla que representa al primer maestro del capítulo, Alexis Polux. En esta obra maestra, Polux es retratado en la primera acción del recién formado capítulo, la flagelación de Uralek Prime, en la que el Puños Carmesíes lucharon y derrotaron a una gran fuerza de Exoditas Eldar que trataban de erradicar la pequeña colonia imperial recién fundada en ese mundo. Polux era un hombre gigante, cuya fuerza física desmentía su fría, racional y sumamente lógica mente. Su carácter no tardó en modelar el futuro del nuevo capítulo bajo el legado de su Primarca Rogal Dorn, y su magistral y estoica defensa de la colonia hasta el día de hoy sirve como ejemplo palpable de las nuevas tácticas del capítulo.

Polux cayó ocho siglos después de la fundación de los Puños Carmesíes, durante la batalla por un sistema sin nombre, codificado como HR8518. El sistema fue ocupado por una raza alienígena desconocida anteriormente, que llegó a ser mencionada como los Scythians. Estos desviados Xenos guerreros hicieron uso de un terrible veneno de guerra como base de sus armas, y fue un envenenado proyectil el que alcanzó al maestro del capítulo, provocando su muerte. Se dice que luchó con el veneno mortal durante muchos días antes de que su fisiología superhumana finalmente fuera superada, aunque antes de expulsar a los alienígenas de HR8518. Después de su muerte, sus fuerzas continuaron con su plan, y los alienígenas fueron rechazados del sistema después de una corta pero extremadamente sangrienta campaña en la que los Scythians aprendieron el verdadero poder del Imperio. Los Xenos rara vez han participado contra fuerzas imperiales en batallas abiertas, prefiriendo en su lugar montar incursiones sigilosas y asesinatos para que sus desviadas y deshonrosas tácticas puedan prevalecer.

Mundo de Origen
Desde hace nueve mil años, los Puños Carmesíes han sido un capítulo apostado en el espacio, que navega en los límites espaciales del Imperio a bordo de una flota encabezada por el colosal monasterio-fortaleza Rutilus Tyrannus. Eran un capítulo de la cruzada, de la misma manera que los Puños Imperiales y los Templarios Negros, aunque mantuvieron estrechos lazos con el sector Loki en el Segmentum Tempestus, que es hogar de numerosos mundos salvajes, en los que el capítulo se basa para los nuevos reclutamientos. El Segmentum Tempestus está infestado por muchos imperios Orko, y pronto se convirtió en el capítulo más experto en la lucha contra estos bárbaros alienígenas.

Fue después de la gloriosa conclusión de la Cruzada Voltigern en el 745.M40 cuando a los Puños Carmesíes se les concedió el mundo feudal de Rynn en el sector Loki. El sector había sido amenazado por un incipiente número de imperios Orko, y los Puños Carmesíes pudieron atacar a cada señor de la guerra antes de que pudieran acumular la fuerza necesaria para iniciar un Waaargh!. A raíz de esta táctica, estos imperios se colapsaron en luchas internas buscando nuevos señores de la guerra. Sus ambiciones los obstaculizaron, siendo incapaces de presentar una amenaza para el unificado Imperio. Pasaron más de mil años antes de que otro imperio Orko pusiera en peligro al sector Loki, en la forma del desastroso ¡Waaagh! de Snagrod.

Antes del ¡Waaagh! de Snagrod, Rynn fue un agradable mundo agrícola, proporcionando productos alimenticios exóticos a la nobleza imperial de todo el sector y más allá. Los Puños Carmesíes construyeron su monasterio-fortaleza en las inhóspitas montañas Hellblade, y aunque conservaron derechos feudales sobre el mundo, permitieron a los gobernantes hereditarios permanecer como la nobleza local.

Esta táctica heredada de Rogal Dorn sigue el enfoque de los mundos a partir de los cuales los Puños Imperiales reclutan adeptos, permitiendo al capítulo concentrarse en sus propios deberes, mientras que la administración de su mundo es manejada por personal más calificado para hacerlo.

El salvaje mundo de Blackwater, mundo proximo a Rynn es la fuente principal de reclutamiento del capítulo, haciendo de este un mundo ideal. Esto permitió a los apotecarios y capellanes de los Puños Carmesíes asistir al anual "Festival del Puño ensangrentado", durante el cual los más prometedores jóvenes del salvaje mundo compiten por la oportunidad de sumarse a los poderosos guerreros de las estrellas. Durante el festival, los aspirantes deben realizar hazañas de gran fuerza y coraje, que culminan con el Rito de los Dragones, en el que los reclutas deben matar a uno de los feroces dragones que habitan en los pantanos, utilizando sólo sus manos desnudas para ganarse el derecho a convertirse en un aspirante. Cada año, sólo un puñado de jóvenes se presentan a este rito, y sólo uno o dos de estos tiene probabilidades de sobrevivir, garantizando que sólo los mejores aspirantes se aceptan en el capítulo.


Con la destrucción causada por Snagrod, el mundo de Rynn tiene mundo que reconstruir. El asedio de la ciudad de Nueva Rynn fue un prolongado conflicto que dejó la ciudad y vastas zonas de tierras circundantes, reducidas a un estéril y destrozado campo baldío por la guerra. Ahora que el conflicto se ha ganado, los superviviente Puños Carmesíes buscan el futuro de su capítulo, y la construcción de una nueva fortaleza-monasterio.

Doctrina de combate
Cuando la Legión de los Puños Imperiales se dividió en distintos capítulos, los hermanos de naturaleza más moderada se convirtieron en los Puños Carmesíes, y donde muchos de sus antiguos hermanos de la legión se mostraban en contra de las transformaciones provocadas por la aplicación del Codex Astartes, los Puños Carmesíes las adoptaron sin contemplaciones. Como resultado de ello, el capítulo ha mantenido la doctrina de combate establecida por Guilliman, entrenando todos los aspectos de la guerra que un Astartes puede llevar a cabo.

A lo largo de la larga y gloriosa historia del capítulo, se ha hecho conocido por su experiencia en la lucha contra las numerosas monstruosidades alienígenas que asaltan el Imperio del Hombre, en particular los Orkos. Mientras que los Puños Carmesíes nunca han descuidado la formación para luchar contra cualquier enemigo, es cierto que han demostrado ser un valioso activo para el Ordo Xenos, contribuyendo con muchos hermanos de batalla en la comisión de los equipos de matanza de la Deathwatch.

A raíz de la Batalla del mundo de Rynn, el capítulo se ha visto seriamente reducido y no pueden luchar de la manera prescrita por el Codex Astartes. A lo largo de la guerra, el maestro del capítulo Kantor se vio forzado a luchar utulizando escuadras de infiltración y guerra de guerrillas con ataques específicos a objetivos de alto valor en lugar de encabezar ataques masivos, al igual que la mayoría de los otros capítulos de dicho conflicto. Con la resolución de la guerra, uno de los principales objetivos de Kantor se ha convertido en la reconstrucción de su capítulo como una fuerza viable de nuevo.

Maestro de Capítulo KANTOR
Pedro Kantor ha servido como capitán del Puños Carmesíes por casi un siglo, y su registro de servicio se remonta a otros 250 años antes de que asumiera esa posición. Alcanzó la prominencia en la Batalla de Melchitt Secundus cuando, como un sargento, lideró su escuadra en una acción de abordaje contra la crucero Orko, el Growler. El crucero quedó inservible por el ataque, permitiendo al crucero de ataque de los Puños Carmesíes, el Cruzado, romper la línea de batalla Orko, dispersando su flota y ganando la batalla para el Imperio.

El capitán Cortés, en calidad de capitán en las celebradas victorias de la Batalla de la Cruz de Acero, la Defensa de la Fortaleza Maladon y la Campaña Kardian. Los dos guerreros fueron abriendose paso a través de las filas juntos, luchando codo con codo como hermanos, con el terco carácter de Cortez templado por su amigo. Kantor se dolió profundamente cuando su compatriota desapareció en la lucha contra piratas eldar de la rueda de fuego, aunque Kantor, al igual que muchos de los que conocían el Capitán de la 4ª Compañía alberga la esperanza de que el capitán, notoriamente invulnerable, vive todavía.

Frente a la destrucción de la gran mayoría de su capítulo en el mundo Rynn, Kantor se enfrentó a una elección que pocos maestros de Capítulo alguna vez han tenido que hacer. Podría liderar los restos de su diezmada fuerza en una gloriosa última batalla contra un enemigo numeroso tanto como sea posible antes de sucumbir a su abrumador número o, como escogió, reunir sus recursos y desplegar su fuerza en misiones más pequeñas, en forma de unidades de élite, para buscan la eventual reconstrucción del capítulo. Se ha señalado que ha elegido la primera opción, asegurando su lugar en el capítulo como una leyenda en lugar de aceptar su virtual derrota. Este es el eterno legado de Kantor, y es una marca de un líder de carácter superior, que hizo la elección que hizo, ya que el Imperio no puede permitirse la pérdida de un capítulo como los Puños Carmesíes.


Organización
Como se ha señalado, los Puños Carmesíes, desde su fundación hace diez milenios, se adhirieron estrictamente a los preceptos de la Comisión del Codex Aslartes. Después de la Batalla del mundo de Rynn, el capítulo ha dedicado todos los recursos disponibles a su reconstrucción.

Fiel a sus orígenes en el espacio como capítulo de cruzada, los Puños Carmesíes tradicionalmente han mantenido una gran flota de buques de batalla, cruceros y naves de ataque rápido. A pesar de que la Batalla del mundo de Rynn vió agotados enormemente estos activos contra las naves Orko, los buques que sobrevivieron a las pérdidas iniciales de la guerra resultaron inestimables en el freno de la invasión orko hasta la Marina Imperial pudo lograr una respuesta, reforzando a la Armada una vez que estuvo en el sistema con la táctica en movimiento de Kantor por todas las zonas de guerra para hacer el mejor uso de sus habilidades. Tras las pérdidas de la campaña de Rynn, el capítulo se encuentra en la inusual posición de tener más especialistas que hermanos de batalla. Los buques de la flota del capítulo son comandados por Technomarines bajo el mando del Maestro de flota, con un gran número de apotecarios también estacionados a bordo de estos buques. La presencia de estos hermanos con experiencia es fundamental para la reconstrucción del capítulo, ya que sin el complejo conocimiento del funcionamiento de la máquinas de los technomarines, los Puños Carmesíes no pueden permanecer como fuerza de ataque viable y sin el complejo conocimiento de los apotecarios del complejo proceso de creación de nuevos hermanos guerreros, el capítulo se reduciría y desaparecería en un corto período de años.


Con la finalización de la campaña de Rynn, los apotecarios han comenzado el largo proceso de inducir nuevos hermanos. Sin embargo, el proceso no puede precipitarse, ya que los Puños Carmesíes tienen una larga y noble tradición de mantener la calidad e idoneidad de los aspirantes en este momento crítico de la historia, que un día podría escribir su perdición.

Una serie de escuadrones de exploradores han sido aceptados en las filas de la recién reformada 10ª Compañía, y estos individuos están forjando el futuro de los Puños Carmesíes con cada las batallas en la que luchan. Ya se han distinguido en acciones contra invasores orko, y están desarrollando un irrefrenable odio a la bárbara raza, incluso más profundo que el de un veterano de muchas guerras Xenos.


El destino final de mi peregrinación al mundo de Rynn fue mi visita a la Necrópolis Jadeberry Hill para ver las lápidas, cada una de ellas un monumento a un hermano de batalla caído de los Puños Carmesíes. Cada piedra está grabada con honores de batalla de un héroe cuyos restos mortales nunca se recuperaron, su cuerpo dispersado en átomos por la mano del destino. Permanecí en aquel lugar sombrío por un día y una noche, meditando sobre la aparente inutilidad de mi propia existencia. En la mañana, me sorprendió una revelación. No habían resuelto los Puños Carmesíes prevalecer ante el rostro de la derrota absoluta? Si es así, me gustaría tratar de emular su ejemplo. Soy sólo un hombre, pero mi cuello puede girar para mirar a las caras de los gigantes.

Prefacio al capítulo V. “En las Huellas de la
Ángeles de la Muerte”, por Herak Sactorii

Creencias
Los Puños Carmesíes veneran al emperador como el padre genético del Adeptus Astartes, y a Rogal Dorn como el Primarca de la Legión de los Puños Imperiales. Mantienen un estricto calendario de días festivos, uno de los más sagrados es el Día de la Fundación, durante el cual se reúne a todo el capítulo para celebrar su creación. Durante la ceremonia, los extractos de las obras de Alexis Polux se recitan, así como las palabras del propio Dorn. Las victorias más grandes del capítulo son recordadas, y sus audaces sacrificios conmemorados. De este modo, las lecciones de la historia del capítulo se transmiten a través de los tiempos, para garantizar que los hermanos aprenden de las acciones de sus antepasados. Este tipo de introspección crítica se alenta por el Codex Astartes, pero en realidad es practicada por muy pocos capítulos de Marines Espaciales, cuyo orgullo a menudo se opone a cualquier reconocimiento de que tiene algo que aprender de los errores del pasado o del hecho de que sus predecesores, incurrieron en un error de ninguna manera.

En consonancia con sus orígenes, se ha observado en ocasiones como los Puños Carmesíes siguen la tradición de los Puños Imperiales de designar un Campeón del emperador. El capítulo elige un Campeón del Emperador con mucha menos frecuencia que otros sucesores de los Puños Imperiales como los Templarios Negros, pero ha habido un número de casos registrados en que un hermano de batalla ha sido visitado por visiones del emperador en vísperas de la batalla, y llevando la Espada Negra y la armadura de la fe, ha liderado a sus hermanos en el momento justo a la batalla contra los enemigos del Emperador. Ningún caso de un Campeón del Emperador se ha registrado desde la destrucción del monasterio-fortaleza de los Puños Carmesíes en Rynn, y es completamente probable que los antiguos ornamentos sagrados que guardaba se hayan perdido para siempre en su destrucción.

Semilla genética
Los Puños Carmesíes sacar a sus reclutas de varios mundos salvajes en el sector Loki, en particular del mundo de Blackwater. Los nativos de este mundo son famosos por su ferocidad y valor y están lejos de ser bárbaros primitivos. Se trata de un noble pueblo, cuyas vidas son una lucha diaria contra la adversidad, y es esta naturaleza estoica lo que los hace un material ideal para los Puños Carmesíes.

Al ser un capítulo sucesor de la Legión de los Puños Imperiales, los Puños Carmesíes comparten su legado genético, que hereda muchas de las características de sus Primarca, Rogal Dorn. La semilla genética del capítulo es muy estable, aunque los Puños Imperiales, y por lo tanto, los Puños Carmesíes, contienen una falta en la glándula de Betcher, que permite a un Marine Espacial escupir ácido, y en la membrana Sus-an que les permite entrar en un estado de sueño profundo, cuando se hieren.

Se sabe que los Puños Imperiales sufren un profundo impulso hacia el autosacrificio y la penitencia. Se esfuerzan por dominar el autocastigo infligido del guante del dolor, y son conocidas sus tenaces búsquedas de la victoria, incluso contra las probabilidades mas abrumadoras. Quizás porque su composición inicial fue sacada de los miembros menos extremos de los Puños Imperiales, los Puños Carmesíes no padecen estos impulsos. Son tan nobles, incansables y dedicados como ellos, pero han conquistado cualquier urgencia que puedan tener de demostrar su devoción en los fuegos de la libremente impuesta penitencia.

El capítulo sólo ha escapado por poco de la extinción durante la destrucción de su monasterio-fortaleza. Según el genator-adeptos del Adeptus Mechanicus, un capítulo reducido a menos de una sociedad de hermanos sólo tiene un 20 o 25% de probabilidades de supervivencia, ya que la tasa de fracaso de la glándula progenoide a menudo impide el éxito de la cosecha de nuevos genes semillas, lo que resulta en una incapacidad para crear nuevos hermanos. Fué únicamente la superior semilla genética del capítulo lo que los salvó de la extinción, con los Puños Carmesíes reducidos a menos de una sociedad de hermanos, sin embargo, parecen más que capaces de reconstruir su número, aunque pasarán muchas décadas antes de que sus números se acerquen a la plena capacidad.

Grito de batalla
Capellán "Solo existen el emperador", hermanos "Él es nuestro escudo y nuestro protector".

El incidente del mundo de Rynn

A mediados de 989.M41, el señor de la guerra Orko Snagrod, en el Arco de Clurdon, unió las facciones guerreras de la frontera del sector Loki, y lanzó el más grande ¡Waaagh! Que el Grupo Peryton 163 había visto en casi un milenio contra la aislada colonia imperial de Badlanding.

Los defensores de Bidlinding estaban totalmente indefensos ante la invasión, el único gran punto fuerte de la resistencia, la ciudad de Krugerport, donde los restos de la 18ª de Mordia, 24ª de Lammas y 49ª de Boros pertrecharon una, de antemano condenada defensa, cayo en pocos días.

Confiado en que tenía el mundo a su alcance, Snagrod mandaba incesantes emisiones, anunciando que su próxima conquista sería el mundo de Rynn, establecido sólo a un par de semanas de viaje de Bidlinding. El maestro Kantor respondió inmediatamente, enviando a la 4ª Compañía comandada por el capitán Drakken a Badlanding para detener el Orko ¡Waaagh! y determinar su fuerza.

La batalla de Krugerport fue una trágica derrota para los Puños Carmesíes que encontraron el ¡Waaagh! de Snagrod mucho más grande y más agresivo de lo que cualquiera podría haber predicho. Sólo un puñado de Marines Espaciales sobrevivieron a la batalla, aunque los que pudieron escapar fueron capaces de brindar inestimables informes de inteligencia de vuelta al mundo de Rynn. Kantor ordenó la inmediata vuelta de las compañias fuera del mundo de Rynn, movilizó a la Fuerza de Defensa Planetaria, y se preparó para la invasión inenvitable.

Cuando el ¡Waaagh! Golpeó el mundo de Rynn, lo hizo con una fuerza inigualable a cualquier otra invasión Orko desde la de Armagedón. Las naves Orko caían como meteoritos a través del cielo nocturno. Kantor y su equipo de mando, junto con una fuerza de guardaespaldas de diez hermanos de batalla, fueron a inspeccionar la defensa exterior del monasterio-fortaleza. Al ver la invasión que se cernía sobre ellos, la pequeña fuerza se dispuso a regresar a su base, cuando, en ese instante, el horizonte se volvió blanco incandescente. La noche se tornó en día, y un instante después una onda explosiva afectó la Infantería de los Marines, empujándolos a tierra. Por minutos, el aire quemaba como si las puertas del infierno en sí se hubieran abierto de par en par, antes del cese de la iluminacion en la noche que dio paso a un rojo resplandor que vislumbraba un conflicto lejano.

La fortaleza-monasterio de los Puños Carmesíes había sido destruida. Una sola ojiva, lanzanda por una batería Laculum, había fallado en su trayectoria, cayendo desde el borde de la estratosfera hacia tierra. Un solo misil habría demostrado ser insignificante para los poderosos muros de adamantium del monasterio-fortaleza, pero éste no era el caso. El misil golpeó un desconocido punto débil, que penetraba profundamente en la roca sobre la que la fortaleza se alzaba.


Se hundió a través de metros de espesor blindado antes de golpear el arsenal del capítulo. La explosion resultante de artefactos capaces de destruir un buque imperial, rasgó el corazón de la montaña en la que la fortaleza se encontraba. El arsenal, la fortaleza-monasterio de los Puños Carmesíes, la montaña, y un área de media milla de ancho fueron atomizados en un instante.

Kantor fue testigo de la destrucción de su capítulo en la lejanía, pero dejó de lado su dolor para poder consolidar lo poco que aún mandaba. Kantor decidió proteger la Ciudad de Nueva Rynn, donde un pequeño contingente de Puños Carmesíes se encontraba acuartelado al lado de la milicia local. El camino a la ciudad le tomó diez días, ocultándose durante el día para evitar la cada vez más rapaces patrullas de cazadores y asesinos orko. Marchaban durante toda la noche, nunca paraban para comer o descansar. En varias ocasiones se toparon con Orkos invasores y se vieron obligados a luchar a través del camino, pero en el décimo día en que llegaron a la ciudad de Nueva Rynn, la encontraron en estado de sitio por una enorme fuerza de bárbaros invasores.

Bordeando el flanco del enemigo, Kantor llevó a sus hombres hacia el único acceso intacto a la ciudad, un túnel que cruzaba el río Pakomac desde una isla a la ciudad. Las puertas de la muralla finalmente cedieron, Kantor y su fuerza llegó escasos momentos antes de los invasores lanzaran un suicida asalto frontal sobre ellos. Con gran alegría por la visión de Kantor, los Puños Carmesíes cargaron contra las puertas. Juntas, las dos fuerzas lucharon durante horas para repeler la incesantes oleadas de Orkos que rompieron las barricadas.

El asedio de la ciudad de Nueva Rynn duró dieciocho meses pero bajo la inspirada dirección de Pedro Kantor, el Imperio ganó en contra de probabilidades casi imposibles.

La guerra duró muchos años, y muchos de los mundos del sector Loki capturados en el ¡Waaagh!, incluyendo Badlanding se perdieron, quedando en manos Orko hasta día de hoy.



Sacado del index astartes IV y traducido por mi.

Lastima que siempre me den errores al subir imagenes...

muy bueno!!! en la seccion de trnasfondo hay imagenes de ellos..te subire un par...