Solo un loco puede pretender entender el extraño universo del espacio disforme, ya que, por su propia naturaleza, es inconstante e incomprensible. Y fue en el espacio disforme donde tomó forma la destrucción de la raza Eldar. Fue en el espacio disforme, entre las vibrantes energías psíquicas, donde la corrupción de los Eldars acabó manifestándose. En el interior del psíquico espacio disforme empezaron a unirse los espíritus de los muertos formando una consciencia estructurada. Los Eldars formaron en el espacio disforme, sin saberlo, una mente inimaginablemente inmunda y enferma. Era un reflejo de ellos mismos, de aquello en que se habían convertido, de la nobleza y el orgullo desplazados por la perversidad y la desvergüenza. Descubrieron demasiado tarde que habían creado un dios a su imagen, un dios que había crecido y aumentado de poder gracias al alimento de los espíritus de los Eldars. 

En el interior de la disformidad, los pensamientos y las emociones crecían y se expandían alimentándose de los sentimientos de sus semejantes hasta llegar a una especie de consciencia. Fueron convirtiéndose en espíritus de mayor o menor potencia y su larga gestación fue seguida de un gran dolor cuando nacieron. Su nacimiento sacudió la disformidad y rompió la estructura del espacio. Ninguna criatura de la disformidad nació de una forma tan monstruosa o tan poderosa como el dios del Caos Slaanesh, el Gran Enemigo y la encarnación de la Perdición de los Eldars. 

Durante años, los Eldars estuvieron sumidos en la locura mientras Slaanesh soñaba en la disformidad. Sus mundos ardieron. Los Eldars mataron, rieron y devoraron los cadáveres de los muertos. Mientras esto ocurría, Slaanesh cobraba vida entre espasmos de ansiedad. Cuando llegó el momento del nacimiento de Slaanesh a su consciencia divina, no hubo ni un solo Eldar que no quedará preso de una gran agonía. Con un aullido de energía psíquica, Slaanesh se materializó en su forma inmortal y gritó de dolor. El universo quedó desgarrado por una implosión psíquica. Los espíritus de los Eldars fueron arrancados de sus mentes y devorados en el primer aliento infernal de su dios. Intoxicado por este primer sorbo de almas, Slaanesh rió y contempló el universo de dioses al que había llegado. 

El epicentro de la implosión psíquica estaba situado en el centro del reino de los planetas de los Eldars. Todos los Eldars en un millar de años luz resultaron aniquilados en un instante y sus espíritus fueron absorbidos por la disformidad para alimentar al hambriento dios. Incluso los mundos astronave sufrieron daños mientras huían y solo los más alejados del epicentro lograron sobrevivir. La onda de choque destruyó millones de mundos de exiliados en los límites de la galaxia, quedando indemnes solo los mundos más remotos. En unos instantes, los Eldars habían pasado a ser una civilización muerta, reducida a unos pequeños núcleos de refugiados dispersos por el espacio, conocedores de que su Gran Enemigo había nacido y de que les perseguiría durante toda la eternidad. 

La onda de choque psíquica estaba concentrada en la mente eldar, pero también fueron destruidos millones de humanos y criaturas de otras razas. El espacio disforme quedó totalmente desordenado, ya que durante bastante tiempo sopló un huracán de energía psíquica. El tejido espacial quedó desgarrado y la disformidad se derramó en el universo material. Apareció un gran agujero negro que engulló los mundos eldars. Las astronaves que se hallaban en el interior de la disformidad quedaron instantáneamente destruidas y los psíquicos de todas las razas aullaron de dolor, muchos murieron tras perder el juicio por completo. 

El agujero del espacio fue creciendo hasta engullir los antiguos reinos eldars y prácticamente llegó hasta los límites de su poder. Esta grieta espacial es lo que actualmente se conoce como el Ojo del Terror y es el área más grande de este tipo que puede hallarse en toda la galaxia. En ella, el espacio disforme y el universo material están solapados. Los demonios se bañan en la energía de la disformidad mientras los príncipes demoníacos y los Marines Espaciales del Caos gobiernan planetas convertidos en infiernos de fuego y oscuridad. 

La única consecuencia positiva del nacimiento de Slaanesh fue que el espacio disforme quedó en calma a partir de entonces. Antes del nacimiento de Slaanesh, el espacio disforme estaba plagado de tormentas y tempestades que impedían a las astronaves viajar entre las estrellas. El espacio disforme quedó en calma. Se había alcanzado un nuevo equilibrio y Slaanesh pasó a ser uno de los dioses mayores del Caos. Los demás poderes del Caos aguardaron mientras el nuevo equilibrio iba estableciéndose por sí solo. Por primera vez en milenios, las astronaves humanas pudieron abandonar el espacio alrededor de la tierra. Los mundos humanos de toda la galaxia volvieron a estar en contacto. Durante la Gran Cruzada posterior, el Emperador unificó la Humanidad bajo su Imperio y esta reemplazó a los Eldars como raza más activa de la galaxia. 

 

De varias fuentes,como el codex de marines del caos y eldar de la segunda ed.Por Me