Articulo sobre los aliados de los Tau

Los Véspides son tropas auxiliares del ejército tau muy valoradas por su habilidad para maniobrar en el aire. Son una reseva móvil ideal, aunque también son estupendos flanqueadores. Los Tau confían en el neuroyelmo que portan los himenópteros para comunicarse con los aguijones alados y coordinar sus acciones.

El planeta Véspid se encuentra a poco más de tres años luz del sur galáctico del planeta D´yanoi. Véspid es un gigantesco planeta gaseoso y oscuro, y su atmósfera es totalmente adversa para todas las formas de vida excepto para las autóctonas del planeta.

La estratosfera, de color violeta y recorrida por fuertes tormentas, proporciona una densa capa bajo la que la vida ha evolucionado contra todo pronóstico. En el planeta hay islas de roca que flotan sobre las violentas corrientes de la atmósfera superior debido a que en su interior hay gases más ligeros que el aire. Todas estas islas, con forma de gigantescas estalacticas acabadas en descomunales mesetas, están recorridas por fuertes galernas y son tan profundas como termiteros.

Los aguijones alados son unos seres que han evolucionado en este clima tan árido y están muy bien equipados para sobrevivir en la letal atmósfera de Véspid. Sus alas quitinosas los elevan por encima del frío, de los fuertes vientos y, además, sus garras (duras como el diamante) pueden excavar en las estalactitas celestes. Los aguijones alados comparten este entorno con una serie de desconcertantes formas de vida, muchas de las cuales compiten con ellos por la posesión de estas islas a la deriva. Otros seres sobreviven a duras penas en niveles superiores o inferiores de la atmósfera.



Antes de que los Tau entrasen en contacto con Véspid, la raza había evolucionado hasta un punto en el que las aproximadamente 300 estalactitas más grandes estaban regidas por un gobierno estable. Apenas había guerras entre estas naciones a la deriva. Aunque no habían desarrollado la tecnología necesaria para viajar al espacio, habían conseguido que su armamento resultase tan letal que estas criaturas no querían combatir entre sí.

Durante el primer contacto con los Véspides, la Casta del Agua experimentó ciertas dificultades para comunicarse con los líderes del planeta. La forma de pensamiento de la raza parecía ser radicalmente diferente a la de las demás razas con las que se habían encontrado los Tau hasta aquel momento. Pero, siguiendo las indicaciones de los etéreos, la Casta de la Tierra construyó un centro de comunicaciones que facilitó el grado de entendimiento entre ambas razas. Esta maquinaria acabaría convirtiéndose en el neuroyelmo que hoy en día portan los líderes véspides.

Cuando se llevó a cabo su integración, los Véspides agradecieron su inclusión en el imperio tau. Se plegaron por completo, sin rechistar, a los designios de los etéreos. Se dice que esta aceptación se debía a los cascos que portaban todos los líderes de la raza, cascos neurales que les habían dado los Tau, pero no hay evidencias de ello.



Las armas que portan los aguijones alados están fabricadas con una tecnología exclusiva de Véspid. En el cañón de cada una de estas armas hay un cristal cargado de energía y un tanto inestable que se recoge de los niveles inferiores de las islas más grandes. A dichas profundidades la presión atmósférica genera extraños afloramientos cristalinos hasta los que solamente pueden descender las Véspides de mayor tamaño, es decir, las líderes, que son quienes recogen estos cristales tan puros. Los Tau han proporcionado a los aguijones alados la tecnología necesaria para montar estas armas sobre avanzados contenedores de neutrones con sistemas de proyección que las hacen mucho más estables, por lo que se han convertido en unas de las armas más letales de su tipo. Solamente los Véspides pueden usar estas armas, puesto que es el ultrasonido que emiten constantemente con la vibración de sus alas lo que modula las energías contenidas en los cristales.

Los aguijones alados han demostrado ser de gran utilidad para la Casta del Fuego, que tiene en gran estima la velocidad y agilidad de estos alienígenas (además de la letalidad de sus armas). Los aguijones alados suelen estar integrados en cuerpos de cazadores configurados para ser fuerzas muy móviles, en los cuales actúan como exploradores junto a los equipos de rastreadores. También han llegado a ser desplegados en la reserva para reforzar los cuerpos de cazadores con gran cantidad de equipos Crisis, puesto que su rapidez y su maniobrabilidad les permiten responder y reaccionar a las órdenes con una velocidad sorprendente. Es un gran cumplido que la Casta del Fuego considere a los Véspides aliados habilidosos en los que se puede confiar, un honor que solo comparten con los mercenarios kroot de Pech.




 

 

Los aguijones alados son naturales de la estrella Véspid, un gigantesco planeta que sufre constantes tormentas debido a la gran presión de gas a la que está sometida su atmósfera. Los Véspides viven en islas de roca más ligeras que el aire. Cada una de estas islas conforma una nación independiente con su propio líder y características.

El planeta Véspid está totalmente integrado en el imperio tau debido a su gran proximidad con el planeta tau D´yanoi. En cuanto los Tau establecieron contacto con ellos, los aguijones alados no mostraron reticencia alguna en unirse al imperio, por lo que ahora combaten junto a los ejércitos tau, cuyos miembros de la Casta del Fuego les muestran un respeto inusitado.

Hay varias características de los aguijones alados que los convierten en un aliado extremadamente valioso para los Tau. La primera de ellas es el armamento que utilizan. Cada aguijón alado porta un bláster neutrónico en el que hay insertado un cristal especial recogido de las profundidades de los mares de nubes de Véspid. Esta arma fue diseñada por los ingenieros de la Casta de la Tierra tau y es capaz de lanzar un letal rayo de radiación de corto alcance. Este bláster traspasa todos los blindajes a excepción de los más robustos y reduce la materia a cenizas.

La segunda ventaja consiste en que estos aliados tienen alas que les permiten volar y acercarse rápidamente al enemigo. Los pocos guerreros que han sobrevivido a un ataque de los aguijones alados afirman que aparecen detrás de elementos de cobertura como exhalaciones y disparando la devastadora descarga neutrónica de su arma.

Cuando estos dos rasgos se combinan, dan como resultado la táctica más habitual de los aguijones alados. Normalmente, los Tau ordenan a sus aliados que ataquen por terreno denso, lugar por el que los enemigos no suelen esperarse un ataque de los Tau. Estos ataques a menudo se convierten en desagradables sorpresas para el enemigo, puesto que su flanco tiende a quedar al descubierto por culpa de alienígenas con la capacidad de infiltrarse. Los Tau, especialistas en combinar diferentes maneras de hacer la guerra, lanzan contra los puntos enemigos más estratégicos ataques mecanizados que están orquestados para empezar en el mismo momento en el que da comienzo el asalto de los aguijones alados.


Hasta la fecha, el Imperio Tau ha utilizado aguijones alados en numerosas campañas, en las que se han ganado una estremecedora reputación a raíz de la que se han convertido en verdaderos mitos de un número considerable de campos de batalla. Una de las primeras leyendas que se forjaron sobre los Véspides es que devoraban los restos de sus propios caídos. Esta teoría fue tomada como cierta por muchos de los altos mandos del Imperio, aunque ahora se ha desechado al estimar que se trataba de una confusión entre los aguijones alados y los bárbaros Kroot (otra de las razas alienígenas aliadas de los Tau).


El nombre "aguijón alado" es, en realidad, un apelativo acuñado por los Guardias Imperiales del 15º/11º ejército que tuvieron que defender los planetas fronterizos de la zona norte del imperio tau. El nombre es muy adecuado para designar el estilo de ataque de estos alienígenas, estilo que ha hecho que sean temidos por casi todas las razas que se han enfrentado a ellos en el campo de batalla.