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"El Imperio se ve amenazado por un cáncer que lo está consumiendo. Cada década que pasa, su avance se vuelve más imparable, dejando planetas desolados como único rastro de su arrollador paso. Este horror, esta abominación, tiene un simple propósito que funciona a una escala inimaginable; y lo único que podemos hacer es intentar detener los enjambres de monstruos, fruto de la bioingeniería, que nos arrollan casi por instinto. Le hemos dado al horror un nombre en un intento de aliviar nuestro miedo: le llamamos la raza Tiránida; pero, si realmente conocen nuestra presencia, a nosotros únicamente se nos conocerá por ser su presa."
Inquisidor Czevak en el Cónclave de Har, extraído del Transcriptorium de Har.

Los Tiránidos son, sin lugar a dudas, la raza más alienígena con la que se haya encontrado nunca la humanidad. Se asemejan a un enorme enjambre galáctico de langostas: demasiado hambriento como para tener remordimientos y demasiado numeroso para poder detenerlo. Se trata de una raza errante que, debido a que devora todo lo que encuentra a su paso, se ha visto obligada a migrar desde más allá de nuestra galaxia en busca de nuevos recursos para asimilar. Estos recursos los han descubierto en abundancia en el Imperio de la Humanidad y en el resto de razas alienígenas que ahora se encuentran en su camino. Los Tiránidos sólo descienden a un planeta para absorber en su totalidad la biomasa antes de seguir su camino dejando tras de sí tan sólo una masa de rocas inertes.
Las Flotas Enjambre Tiránidas están compuestas por millones de naves vivientes, en cada una de las cuales viajan billones de criaturas, miles de monstruosidades desconocidas que han evolucionado a partir de genoórganos en las cámaras reproductoras de la nave. Todas ellas han sido creadas para estar al servicio de una única entidad, que es la nave; e incluso la propia nave existe sólo como parte de una entidad que es la flota. Todas las criaturas tiránidas están unidas por un vínculo psíquico común que les permite actuar como si se trataran de un sólo organismo. Individualmente, un Tiránido no posee una mente propia como los humanos u otras criaturas: un Tiránido simplemente lleva a cabo las funciones que le han sido asignadas por la gran Mente Enjambre. Las criaturas más pequeñas son instintivas y no piensan, pero las criaturas más grandes y complejas pueden tomar decisiones acordes con una situación.
La propia raza Tiránida está formada por criaturas muy diferentes, pero, en su conjunto, funcionan a la perfección, coordinadas por la consciencia estructuralista de la mente enjambre. No utilizan la tecnología como es entendida por los humanos: en lugar de construir armas y naves de metal y plástico, utilizan la genética y la bioingeniería para desarrollar astronaves compuestas por materia orgánica viva. Las formas más perfeccionadas de los Tiránidos son sus Dominatrices y Reinas, que funcionan como factorías biológicas que dan vida a un interminable flujo de guerreros, naves enjambre y armas simbiontes. En la guerra, los Tiránidos forman una horda feroz e imparable, una avalancha de colmillos y garras impulsada por el imperativo racial de la mente enjambre. Inexorable e imparable, la raza Tiránida representa una amenaza de proporciones inimaginables para la humanidad y también para toda la galaxia.




Tiranoformación (I)
Primeras etapas de una invasión tiránida


Transmitido: Magos Biologis Estación
de Investigación
Nuevo Hallefuss Fecha: 3205766.M41 Astrópata: Prime Felnun Ref.: INQ.XR.01044/A Recibido: Talasa Prime Cotejado por: Escriba Sherman Bishop Asunto: Análisis de la Asimilación Tiránida Planetaria
Ilustres Comandantes,
Soy portador de graves noticias. La amenaza a la que nos enfrentamos puede ser mucho mayor de lo que habíamos imaginado. Los análisis técnicos de Dalki-Prime previos al estudio sobre la asimilación tiránida,al ser cotejados con los datos del puesto de Dalki-Mons posteriores a la asimilación tiránida, han puesto de manifiesto datos alarmantes.
Dalki-Prime era un planeta agrícola con un diámetro de 12.500 km, ligeramente más pequeño que la Tierra. La flota Tiránida fue capaz de extraer las siguientes cantidades de material en un plazo de 100 días estándar terráqueos.
1,55 billones de kilómetros cúbicos de agua. Un kilómetro cúbico de agua pesa más de un trillón de kilos. 8,67 billones de kilómetros cúbicos de gases. Teóricamente, a presión estándar podrían reducirse a una décima parte de su volumen sobrecalentándolos y aumentando la presión (3 atm. y 0ºC). 72 millones de kilómetros cúbicos de tierra y minerales,que pesan 1,4 trillones de Kilos por kilómetro cúbico. Es inconcebible pensar cómo llevaron a cabo esta tarea en tan corto periodo de tiempo y, mucho menos, dónde depositaron los materiales; ya que las flotas enjambre estudiadas hasta el momento no eran capaces de transportar ni siquiera una fracción de este volumen. Se extrajeron del planeta alrededor de 10 billones de kilómetros cúbicos de material. Para ello se habrían necesitado millones de naves, algo que está totalmente fuera del alcance de la capacidad del Adeptus Mecánicus ni aunque que se le concediera una década de tiempo. Lo más asombroso de todo es que este material resulta insuficiente para satisfacer su hambre; así que vuelven a hacerlo una y otra vez, incluso en un periodo de pocos meses. Debemos determinar de algún modo si estas flotas están enviando este material mediante algún sistema desconocido a sus sistemas natales, ya que parece obvio que no lo están utilizando todo.
Los análisis detallados sobre mundos devastados, en combinación con datos de satélites de vigilancia y grabaciones recuperadas, nos han revelado los siguientes resultados.
Los análisis de las grabaciones recogidas en Dalki-Prime han indicado que la invasión fue paulatina, sin ningún asalto a gran escala. Se detectó una cápsula de desembarco entrando en la atmósfera por el hemisferio meridional; este hecho aislado es el primer indicio conocido de actividad tiránida. A este evento lo hemos denominado cronológicamente inserción día 0.
Día 7: Fuerzas de Defensa Planetaria alcanzaron y destruyeron alrededor de 137 organismos tiránidos en un área deshabitada donde habían aterrizado las esporas micéticas. No existen grabaciones de la eliminación de ninguna criatura sináptica, pero el resultado de la misión se consideró un éxito por el poco exigente gobernador planetario a pesar de las quejas del comandante de las FDP.
Día 9: se detectaron dos brotes de infestación tiránida a más de 200 kilómetros del punto de inserción inicial. Las FDP fueron enviadas junto a una considerable fuerza de la guarnición de la Guardia Imperial.
Día 13: organismos Tiránidos quedan atrapados en las redes de las principales áreas piscícolas en la costa septentrional, a unos 700 kilómetros del punto de inserción inicial. Los combates siguen en ambos frentes. Se supone que la infestación basolítica avanzaba sin ser detectada. El Gobernador Planetario emite una llamada de socorro.
Día 37: importantes áreas terrestres en un radio de 2.000 kilómetros alrededor del punto de inserción se encuentran bajo absoluto dominio tiránido. La infestación basolítica es verificada por submarinos de las FDP que resultan destruidos a 5.000 kilómetros del punto de inserción principal. Numerosos complejos agrícolas submarinos son atacados y destruidos.
Las plantas desalinizadoras a lo largo de la costa son invadidas desde el interior y destruidas debido a que acceden facilmente a ellas a través de las estaciones de bombeo.
Día 42: el Gobernador Planetario y su personal abandonan el planeta dejando el control en manos del Comandante Gal Markit, que ordena un inmediato bombardeo orbital planetario de escaso éxito.
Día 48: las fuerzas de la Guardia Imperial están siendo fuertemente presionadas. Los informes de campo indican un crecimiento exponencial del número de criaturas Tiránidas (primeras estimaciones indican que se dobla su número cada 2,5 días).
Día 50: pérdida de todo contacto psíquico con Dalki-Prime debido a la abrumadora presencia de la flota enjambre tiránida, que aparece del espacio disforme y rodea el planeta. Las estimaciones preliminares son de 1,46 billones de criaturas surgidas del espacio. Todos los intentos de evasión a partir de este momento son interceptados y destruidos.
Las esporas micéticas venenosas son liberadas en la atmósfera. Estas crecen rápidamente sobre cualquier material orgánico. Sus rizomas penetran profundamente en los tejidos orgánicos liberando enzimas para empezar a disolver el material. Esto ayuda a los Devoradores y, además, imposibilita su consumo por parte de otras criaturas como fuente de alimentación, ya que los hongos son altamente venenosos para la mayoría de formas de vida. Las criaturas expuestas a altas concentraciones de esporas [200 por m3] desarrollan una infección micética letal en los pulmones que las mata en menos de 24 horas.
Día 51: comienza la absorción de toda la biomasa de Dalki-Prime con escasa resistencia. Las naves de progenie aterrizan en el planeta y descargan billones de larvas de Devoradores. Estas voraces criaturas se extienden arrasando todo cuanto hallan a su paso para, a continuación, volver a las naves para depositar los nutrientes. Unas torres capilares se encargan de poner el material en órbita. Las naves de la progenie regresan periódicamente a la órbita para descargar este material en las grandes fábricas de progenie y las naves de alimentación. Las criaturas terrestres y aéreas que no sucumben a las nubes de esporas son cazadas y eliminadas durante las etapas iniciales. Este proceso continúa ininterrumpidamente durante, aproximadamente, de 8 a 10 días, siendo llevado a cabo principalmente por las especies Gante, que dejan las carcasas de los muertos a los devoradores y las esporas. Estas progenies regresan junto a los Devoradores para alimentarse de los nutrientes digeridos que estos regurgitan.
Día 80: los enjambres devoradores han despojado al planeta de toda la masa terrestre y de los elementos basolíticos del suelo y la dermis; han regresado a bordo de las naves de progenie y han vuelto al espacio. Una vez completado este proceso, las enormes naves colmena descienden a la atmósfera. Estas criaturas, que se asemejan a primitivas formas de vida con largos tentáculos, descienden hasta la atmósfera y comienzan a absorberla. A medida que la presión atmosférica se reduce, el agua de los océanos empieza a evaporarse y también es absorbida. Las placas tectónicas comienzan a moverse debido al cambio de la presión planetaria causado por la retirada de los inmensos océanos y la actividad volcánica aumenta hasta alcanzar cotas dramáticas. Al verse desprovistas del enorme peso de los océanos, muchas áreas se resquebrajan, vomitando gases calientes y lava sobre la superficie. Mientras las naves colmena extraen los últimos recursos del planeta, se repliegan hacia la disformidad dejando una esfera estéril en sus últimos estertores agónicos.
Día 100: la flota imperial llega en respuesta a la señal de socorro para encontrarse con un planeta yermo.

Magos Biologis Salk, Estación de Investigación Biomédica de la Legión Draco, Nuevo Hallefuss

 

ELEMENTOS DE LA TIRANOFORMACION

 Chimeneas Espora

Estas estructuras son el fruto del rápido crecimiento de una colonia micética que se alimenta de la dermis del planeta y absorbe los minerales de estratos inferiores para formar una estructura esquelética coralífera sobre la que crece. Las observaciones realizadas desde satélites indican que estas colonias pueden llegar a medir más de 350 metros de altura, lo que permite a las esporas de pólipos devoradores alcanzar grandes distancias. Tienen el aspecto de conos oscuros con el centro hueco. Alrededor del agujero, las colonias de hongos migran para expulsar sus esporas. Las esporas presentan un aspecto similar al de esferas del tamaño de un puño. Una vez maduras se abren y liberan millones de esporas al viento.
Muchos insectos polinizadores se alimentan en estas enormes espirales y esparcen las esporas por el aire con sus alas. Existen especies de aves que se posan en las espirales atraídas por los insectos. En el proceso, son cubiertas por un fino polvo de esporas de forma que, al remontar el vuelo, extienden también las esporas. La formación de estas estructuras indica una penetrante infestación tiránida en el medio ambiente planetario.
Estas esporas, producidas y propagadas por los vientos atmosféricos, desempeñan varias funciones en el proceso de tiranoformación. Aunque son generadas por el mismo hongo, las esporas son multifuncionales y poseen dos capacidades distintas. Como en otros muchos organismos tiránidos, la situación dicta el posterior desarrollo de las esporas.
Cuando entra en contacto con flora de cualquier tipo, la espora actúa de forma catalítica. Esto sirve para inducir una explosión de crecimiento y la aceleración de los círculos reproductivos, estimulando el crecimiento hormonal de las plantas e incrementando exponencialmente la división celular. Después de cada ciclo, las esporas se convertirán en una lujuriante y densa formación vegetal que se alimentará de los ricos suelos del planeta. En los océanos, allí donde penetra la luz solar, se produce un crecimiento de la floración de algas. Las esporas también forman relaciones simbióticas e infestan los frutos de las plantas de una forma similar a la de un virus, provocando que la progenie exhiba los mismos ciclos de crecimiento adquiridos. Este mecanismo también estimula la vida de las plantas tiránidas que están asimilando continuamente los recursos de la superficie del planeta. De hecho, las plantas nativas absorben los nutrientes del suelo a un ritmo alarmante acelerado por la acción de las esporas. Estas plantas son cosechadas por los enjambres devoradores, pero vuelven a crecer con rapidez hasta que todos los minerales y nutrientes esenciales han sido extraídos del suelo. Los conductos fumarola (ver más adelante) ayudan a reaprovisionar el suelo como las esporas afectan la vida animal en modo cosechadora.

 En modo cosechadora, las esporas necróticas son extremadamente peligrosas para la fauna; pues, al ser inhaladas, echan raíces en el sistema pulmonar del animal, se reproducen a una velocidad vertiginosa y asfixian a la pobre criatura en poco tiempo [los respiradores imperiales clase V bastan para tiempos de exposición cortos, pero para exposiciones más largas se requiere un suministro de aire o sistemas osmóticos de filtración pulmonar]. El hongo continúa creciendo y digeriendo el cuerpo y hunde una profunda raíz central en tierra antes de comenzar a crecer hacia el cielo. Así, cientos de miles de estas pequeñas chimeneas se extienden desde la fuente inicial con cada muerte creando un área de radio cada vez más amplio. La proporción en que la plaga se extiende depende de la resistencia endémica a las esporas y a la volatilidad atmosférica de la región, aunque progresa a una velocidad excepcional debido a múltiples factores.
Los animales de mayor tamaño también facilitan la extensión rápida de las esporas, ya que se alimentan de frutas infestadas de esporas que, una vez ingeridas, atacan al huésped provocándole una infección del tracto gastrointestinal. De esta forma, inicialmente actúan como esporas catalíticas y, después, cambian a modo cosechador al entrar en contacto con la fauna. Las esporas producen un efecto peculiar sobre muchas especies migratorias, provocando una respuesta migratoria que propagará la infestación todavía más. Cuanto mayor sea un animal y más lento sea su metabolismo, más tiempo tardará en sucumbir a la infestación. De este modo, los herbívoros de gran tamaño pueden recorrer grandes distancias antes de morir. Los carroñeros que se alimenten con el cadáver del animal quedarán también infestados con esta mortífera infección pulmonar. Una sed excesiva parece ser uno de los síntomas de los estadios finales de la infección; lo que favorece las concentraciones de chimeneas espora alrededor de las fuentes de agua potable que, rápidamente, se volverán tóxicas a causa de las algas, lo que obligará a los animales infestados a buscar nuevas fuentes de agua. Bastante a menudo, ello les arrastra a un estado de desesperación que les conduce hacia las piscinas de digestión, donde son digeridos y su biomasa es transferida al material cosechado acumulado.
 

Dogma Táctico

Las fuerzas imperiales que contacten con este tipo de estructuras deberían evitar cualquier tipo de ataque explosivo o cinético directo contra las esporas. Estos ataques sólo sirven para propagar aún más el hongo. La demolición de la espora liberará infinidad de esporas en un área extensa. La inmolación es el mejor método para acabar con estas estructuras y las granadas radiactivas producen una radiación de corta vida de un nivel Becquerel capaz de destruir las esporas y cualquier otra forma de vida en un área pequeña sin producir efectos cinéticos que dispersen esporas. Las estructuras más grandes es preferible destruirlas durante las frecuentes tempestades si estos métodos son insuficientes debido al tamaño. Las esporas no se propagan y son menos peligrosas cuando llueve.
 

Piscinas de Digestión

Un aspecto excepcionalmente peligroso de la tiranoformación de un planeta son las llamadas piscinas de digestión, que descomponen los cuerpos de los animales muertos y de los organismos tiránidos que han acabado su vida útil, están heridos o han muerto. El cóctel de enzimas, ácidos, virus y agentes catalíticos presentes en este pantano mortal puede descomponer casi cualquier material conocido y debería tratarse con la máxima precaución. La depresión donde se ha colocado la piscina está cubierta por una espesa y viscosa capa de algas vivas. La piscina utilizando un mecanismo de autodefensa desconocido, pero, basándonos en el examen de otros sistemas de armas tiránidas, hemos llegado a la conclusión de que es probable que una capa lipídica interna (o algo muy parecido) sea la responsable de que la piscina no se disuelva en su propia solución. Estas piscinas, por lo general, empiezan a tomar forma durante los primeros días de la infestación en depresiones naturales propiciadas por cuencas nativas. A medida que el proceso de cosechado avanza exponencialmente, una vez que todos los mecanismos están plenamente integrados y funcionales, no pueden contener la inmensa cantidad de material cosechado. Respecto a esto, es importante destacar el papel que desempeñan los tubos fumarola, que se encargan de vaciar el material de las piscinas a un ritmo constante.
La propia piscina es hogar de unos organismos protoplasmáticos de excepcional tamaño. Estos organismos son las únicas criaturas móviles de la horda Tiránida que pueden resistir los productos químicos de la piscina durante periodos largos de tiempo. Se encargan de tirar a los Tiránidos muertos y heridos a la piscina, así como los cuerpos de las criaturas de mayor tamaño que han muerto en sus proximidades. Actúan como guardianes del frágil sistema de la piscina, asegurándose de que su epitelio está en buenas condiciones y de que las conexiones a los tubos capilares permanecen abiertas. También atacan, rociándola con el líquido de la piscina, a cualquier criatura no tiránida que se acerque demasiado. Algunos Tiránidos parecen tener un reloj biológico interno que regula su tiempo de efectividad operacional; pues, en varias ocasiones, se ha visto a Tiránidos, en apariencia saludables, entrando por su propia voluntad en una piscina de digestión. Se desconoce si las feromonas ejercen algún tipo de influencia y suprimen el instinto de conservación primario de la criatura o si la mente enjambre es capaz de suprimir este instinto en su totalidad cuando la ocasión lo requiere, aunque esto es una simple conjetura fruto de la observación. Todos los intentos de aislar y reproducir el pantano o cultivar las macroalgas han resultado un fracaso. Pero resulta prometedor que los Tiránidos sean susceptibles a la guerra química y, aún más, que podamos llegar a ser capaces de aislar el mecanismo mediante el que operan esas algas o el reloj biológico. En cualquier caso, las piscinas poseen usos diferentes según el funcionamiento de cada flota tiránida.

Durante las etapas finales de la tiraformación, las piscinas se convierten en impresionantes océanos y lagos con cientos de miles de torres capilares y cesa su actividad. A estas alturas, queda ya muy poco de las formas de vida nativas del planeta. La razón de que estas bases oceánicas no se utilicen para la acumulación es todavía un misterio. Quizás la necesidad de luz directa en toda la piscina o de una menor presión lo impide. Sea como sea, sólo podemos hacer especulaciones sobre el funcionamiento de los mecanismos de estos océanos profundos.
Cosecha Adicional

La mayoría de flotas consiguen los materiales de los Devoradores que regresan después de haber esquilmado los recursos naturales del planeta y haberse descompuesto en las piscinas. Sin embargo, las flotas más evolucionadas ahorran su energía biogenética haciendo que Los Devoradores regurgiten estas sustancias antes de salir a buscar más. Los esófagos de estos Devoradores contienen las mismas macroalgas existentes en las piscinas, que les permiten digerir casi cualquier cosa. Este caldo nutriente es la sangre de la flota enjambre y le proporciona casi todo el soporte vital que las naves enjambre precisan. La interrupción de esta cosecha es crítica para desbaratar la tiranoformación de un planeta.
Tubos Fumarola

Este es otro de los fenómenos que se asocian a los Tiránidos en el caso de una tiranoformación. Estos tubos vitrificados atraviesan la Discontinuidad Mohoróvica (que separa la corteza del manto del planeta) para permitir que los gases allí condensados puedan escapar a la atmósfera. El dióxido de azufre, el dióxido de carbono y otros gases sobrecalentados escapan formando fumarolas situadas habitualmente sobre las uniones de las placas tectónicas o cerca de ellas. Las periódicas erupciones de vapor que surgen de estas válvulas suponen un peligro para el personal que no vaya adecuadamente protegido. Este hecho es más común entre aquellas válvulas localizadas lejos de las uniones tectónicas. Esto, además, afecta al clima del planeta y ayuda a otros sistemas tiránidos de recolección de los recursos naturales. Los conductos situados en el lecho oceánico calientan progresivamente los océanos e incrementan aún más el efecto catalizador; y, si el área es suficientemente inestable, provocan erupciones volcánicas.
Los Devoradores de Magma, criaturas de gran tamaño emparentadas con el Cárnifex, excavan y disuelven todas las rocas ígneas y sedimentarias que encuentran a su paso a través del manto y el magma. [No ha podido conseguirse ningún espécimen de esta criatura para su estudio, así que todos los análisis en detalle de posibles contramedidas biológicas a temperaturas extremas son simples especulaciones]. Los minerales residuales muestran un tipo de disrupción molecular similar a la encontrada en Tirán. Presumiblemente, estas criaturas utilizan algún tipo de manipulación o agitación psíquica de la materia que facilita este hecho sorprendente. Mientras excavan el túnel, segregan un gel vitrificante que recubre el tubo y le impide desmoronarse hasta que es lo suficientemente profundo como para comenzar a expeler los gases comprimidos. En las áreas donde el magma es lo suficientemente caústico, la viscosa lava entrará en erupción, liberando enormes cantidades de gases disueltos. En las zonas donde la lava es ácida y viscosa, tienen lugar erupciones explosivas y piroclásticas. El resultado es la devastación total de todo tipo de vida en la zona y en muchas millas alrededor. Algunas criaturas Tiránidas podrían sobrevivir en la periferia de la nube de gases y explosiones, pero el intenso calor basta para causar la devastación de todo cuanto queda atrapado dentro de la nube. Se desconoce si los Devoradores de Magma sobreviven una vez alcanzados los 35-40 kilómetros de profundidad y se inicia el proceso. La tenacidad de las criaturas Tiránidas es notable, pero nada es capaz de sobrevivir en estas condiciones; sería suicida incluso para este tipo de criaturas. Que los Tiránidos sean capaces de crear una criatura con un único propósito [conocido] que le conduce a su propia muerte resulta bastante sorprendente. Los tubos fumarola se utilizan también como fuente de energía geotérmica para las colmenas enjambre (ver más adelante). Docenas de estos tubos se han utilizado para calentar colmenas enjambre y proporcionar la energía termal necesaria para incubar las progenies. A veces, estos tubos se encuentran bajo la chimenea espora más grande de la zona para calentar el interior de las estructuras.
Torres Capilares

Son enormes torres vivientes que se van estrechando hasta la termoesfera, están formadas por un exoesqueleto cristalino con una integridad estructural inconcebible y contienen una gigantesca criatura cuerdiforme. Estas criaturas llevan a cabo una hazaña increíble moviendo el material acumulado de las piscinas de digestión hasta una órbita baja por medios somáticos. Conectada por kilómetros y kilómetros de tubos subterráneos, una torre capilar puede estar unida a todas las piscinas de digestión en un radio de 50 kilómetros. Estas criaturas sólo aparecen en los estadios finales de la tiranoformación de un planeta y, por consiguiente, no han sido examinadas en profundidad. Las torres mueven verticalmente enormes cantidades de material mediante el uso de estructuras celulares somáticas con intrincados sistemas de válvulas. Debido a que el peso de material que esta columna tendría que soportar es superior al que cualquier válvula pueda soportar, las torres utilizan un método esofágico ondulante. De este modo, la musculatura reticular sólo debe soportar el peso de una zona individual en lugar de la masa de la totalidad de la columna. Las naves enjambre que descienden hasta la atmósfera superior del planeta se adhieren a estas estructuras mediante enormes cordones umbilicales. Los planetas agonizantes están erizados de estas estructuras mientras la flota enjambre se agolpa cada vez más cerca del planeta para acabar con los océanos y la atmósfera antes de abandonar el mundo en busca de otra presa. Mientras la atmósfera se desvanece y los océanos se secan, los grandes gusanos de las torres empiezan a bombear los nutrientes vitales de las propias torres. Sin vientos y mareas que las azoten, cada vez necesitan menos soporte estructural. Cuando llega el momento de que la criatura se retire a las naves colmena, sus torres son tan frágiles que terminan por romperse dejando kilómetros de fragmentos como los encontrados en Tirán.
Colmenas Enjambre

Estas enormes estructuras son una amalgama de otros muchos tipos de construcciones tiránidas. Se asemejan, sobre todo, a un enorme túmulo de tierra con espirales enroscadas que se elevan hasta el cielo de las que surgen espesas fumarolas oscuras. El humo es, en realidad, esporas que expelen las chimeneas de la colmena mediante impulsos geotermales creados por conductos fumarola situados en su interior. Estos conductos fumarola no son tan profundos como los del exterior de las colmenas y están llenos de agua lodosa y secreciones tiránidas que dan lugar a un medio ambiente caluroso y húmedo. En este sistema tan propicio, las progenies se incuban con rapidez y acaban por devorar todos los recursos del planeta. Miles y miles de Devoradores asolan el planeta para después volver a depositar su cosecha en las piscinas de digestión. Las torres capilares también están conectadas con los niveles superiores de estas estructuras monolíticas. Basándome en los pocos asaltos lanzados contra este tipo de estructuras, puedo decir que su interior simula el de las naves enjambre, incluidos muchos peligros desconocidos, y se encuentran repletas de Tiránidos activos y agresivos. No todas las tiranoformaciones acaban formando estas estructuras. De hecho, parecen tratarse de una aberración. Existe la teoría de que se forman cuando se produce una infestación Tiránida sin apoyo, como sería el caso de un pequeño grupo de Tiránidos en una localización concreta sin el beneficio de un asalto global. Quizás se trata de una analogía con muchas especies de insectos que forman nuevas colonias cuando una pequeña facción se separa y se traslada para colonizar otro lugar.

Magos Biologis Salk, Estación de Investigación Biomédica de la Legión Draco, Nuevo Hallefuss

 

 

Gracias a Ozzymandias de Wargamez