Los Adeptus Ministorum no forman parte de los Adeptus Terra. Constituyen una organización completamente independiente y autogobernada, cuyos poderes derivan de la común creencia en la divinidad del Emperador. El Ministorum o Eclesiarquía, como se la conoce usualmente, mantiene y promulga el Culta Imperial por todo el Imperio.

ORÍGENES

El Emperador se conviritió en objeto de la veneración general tras ser internado en el Trono Dorado. Muchos cultos imperiales aparecieron por todo el Imperio en las décadas siguientes. La mayoría diferían en sus prácticas y creencias específicas, pero todas estaban unidas por su veneración común del Emperador y los principios de supervivencia humana que él encarnaba. Estos principios habían sido establecidos durante la Gran Cruzada, cuando el Emperador guió a los ejércitos de la Tierra en la reconquista de la galaxia: la corrupción genética iba a ser extirpada y erradicada, los psíquicos iban a ser evaluados y controlados, los alienígenas destructivos serían vencidos y anulados. De hecho, cualquier cosa que amenazara el futuro de la humanidad sería identificado y destruido.

Las guerras civiles que sucedieron a la reconquista fueron generalmente aceptadas como la prueba de la importancia de estos principios. La Rebelión de Horus, como se denominaron aquellas guerras, demostraron realmente cuan frágil era la humanidad. Se puso término a las guerras civiles cuando el Emperador derrotó a Horus en combate cuerpo a cuerpo, sufriendo como contrapartida una herida mortal que le condujo a su encierro en el Trono Dorado. La redención de la humanidad por la autoinmolación del Emperador se convirtió en el núcleo central del Culto Imperial.

Los cultos independientes restantes fueron perseguidos y en su mayor parte destruidos. Las únicas organizaciones significativas de adoradores que sobrevivieron fueron los cultos imperiales de los Adeptus Astartes, cuyos Capellanes Marines Espaciales continuaron predicando sus propias tradiciones exclusivas como parte de la instrucción de los Marines Espaciales. Este sigue siendo el caso hoy en día, en el cuadragésimo primer milenio, aunque los Adeptus Astartes reconocen nominalmente a la Eclesiarquía y han incorporado algunas de sus prácticas religiosas a sus propios cultos. La persistencia de rituales más antiguos y aparentemente salvajes entre los Marines Espaciales hacen simplemente que estos guerreros sean aún más temidos por la masas de ciudadanos de la Humanidad.

ORGANIZACIÓN

El palacio Eclesiarcal está situado en la Tierra y ocupa casi todo su continente más septentrional. Este vasto complejo urbano es el cuartel general del Ministorum, su hogar tanto espiritual como material. El líder del Minsitorum, el Eclesiarca, vive en una fortaleza fuertemente armada y blindada que se eleva a mucha altura en el cielo. Sus dimensiones rivalizan con la famosa gran cúpula central, de tres kilómetros de altura, de la Catedral del Dios Emperador, una construcción edificada con proporciones titánicas cuya nave central tiene una milla de largo y cuyo techo está suspendido a mil quinientos metros por encima del suelo de piedra.

El líder del Ministorum y cabeza espiritual de la humanidad se denomina el Eclesiarca. Está asistido por varios miles de cardenales, algunos de los cuales residen en la Tierra, mientras que otros son responsables de las diócesis en el resto de territorio del Imperio. Los tres niveles de Cardenales son: Palatinos (residentes en palacio y sin responsabilidad en ninguna diócesis), Terrenales (responsables de una diócesis en la Tierra), y Astrales (responsables de una diócesis en cualquier otro punto de la galaxia). Todos los Cardenales están nominados para ocupar un asiento en el Santo Sínodo, el cuerpo regente del Ministorum, pero sólo los Cardenales Palatinos están libres de otras obligaciones y pueden desempeñar esa tarea permanente.

Además de esta organización espiritual el Ministorum incluye una burocracia administrativa que controla todo el mantenimiento, aprovisionamiento, manufactura y demás negocios seculares. Los jefes de esta organización se llaman Archi-Diáconos y son hombres poderosos por derecho propio, aunque subordinados al Santo Diácono. Este brazo del Ministorum es similar a otros cuerpos administrativos de los Adeptus Terra tal y como se describe en la sección dedicada al Administratum.


PREDICADORES

Cada diócesis en el Imperio (de las que existen miles) se divide en parroquias, cada una de las cuales se centra alrededor de una capilla Imperial. Algunos mundos sólo tienen unas pocas capillas, pero los mundos más poblados tienen miles, y se dice que la Tierra tiene varios millones (aunque nadie ha comprobado esto jamás). Cada capilla es atendida por un Predicador que sirve a la población local. Los Predicadores son individuos severos e intransigentes que consideran como su misión el perseguir a los herejes y los descontentos de todas las clases son perseguidos activamente y entregados a los Jueces.

Un Predicador eficaz puede ascender hasta convertirse en Pontífice, cuya autoridad se extiende sobre varias parroquias y Predicadores. Las responsabilidades de un pontífice pueden abarcar todo un planeta, o incluso a veces varios planetas, y su título y rango pueden incrementarse para indicarlo. Por ejemplo, un Pontífice Terrenal es responsable de una parte de las capillas y de los Predicadores de la Tierra, mientras que un Pontífice Global está a cargo de la vida religiosa de todo un mundo. Otros títulos comunes son Pontífice Urbano (rectores supremos religiosos de las ciudades) y Pontífice Astral (cuyas responsabilidades abarcan capillas y Predicadores de una o más astronaves)

CONFESORES

Los Predicadores especialmente fanáticos pueden ser invitados por su Cardenal a convertirse en Confesores. Los Confesores no están a cargo de una capilla y pueden deambular por toda la diócesis y predicar entre la población. Son fanáticos evangélicos de la clase más extremista, y los provocadores supremos de las emociones de las masas. Bajo el influjo de un Confesor, enormes multitudes se abalanzarán a confesar sus herejías personales, a revelar mutaciones entre sus parientes y a delatar a sus vecinos como psíquicos u otros desviados peligrosos.

Existe un cierto desagrado mutuo entre la Inquisición y el Ministorum y en especial con los Confesores. Sus papeles se solapan inevitablemente, ajunque sus métodos de trabajo no podrían ser más distintos. Los Confesores son fanáticos cuyo entusiasmo raya en la demencia, mientras que los Inquisidores son individuos concienzudos, calculadores y suspicaces.

MISIONEROS

Los Misioneros se encargan de instituciones benéficas llamadas Misiones. Estas adoptan típicamente la forma de hospitales y colegios, en mundos donde tales cosas son extrañas o desconocidas. El propósito secundario de estas instituciones es reclutar nuevos miembros y extender la práctica del Culto Imperial. Cuando se ºdescubren nuevas poblaciones humanas, suele enviarse una Misión inmediatamente. Estas Misiones son una parte vital para evaluar a las poblaciones en busca de señales de desviaciones genéticas, contaminación cultural, y actividad psíquica (generalmente denominadas brujería en el Ministorum).

Las más famosas de todas las Misiones son las Escuelas de la Progenie. Son orfanatos mantenidos por el Ministorum específicamente para cuidar y entrenar hijos de funcionarios imperiales que entregaron sus vidas en acto de servicio. Estos huérfanos reciben una educación estricta del culto ortodoxo, y muchos de ellos crecen para convertirse en importantes funcionarios imperiales. Las Escuelas de la Progenie proporcionan una gran parte de los oficiales superiores y Comisarios de la Guardia Imperial, así como muchos Inquisidores y cuadros de mando del propio Ministorum.


-ADEPTAS SORORITAS

Las Adeptus Sororitas son el brazo armado de las Adeptas ministorum. La organización está compuesta por entero de mujeres y por tal causa se las conoce también como las Hermanas. Las Adeptus Sororitas son una orden penitente donde las constantes penalidades, privaciones, y trabajos duros son parte de un inexorable régimen devocional. Sus integrantes son fanáticas en sus creencias. La menos desviación de la rigurosidad aprobada conduce al más severo de los castigos.

Las Hermanas se dividen en dos Conventos militantes: El Santuario y las Prioras. El convento Santuario tiene su base en el Palacio Eclesiarcal de la Tierra, y el Convento de las Prioras tiene su base en el planeta Ofelia IV en la Franja Este. Cada Convento tiene sus propias flotas y maneja sus propios asuntos de forma muy parecida a los Capítulos de los Marines Espaciales.

La Comandante del Convento Santuario es la Abadesa de las Adeptus sororitas, que también es responsble de guiar espiritualmente a las Hermanas. Está asistida por una Jefa de Combate con la graduación de Priora. La comandante del Convento de las Prioras es la Priora de Ofelia IV.

"En el Día de la Afirmación es tradición encender una vela, pequeña y dulcemente aromatizada, y mientras arde pensar silenciosamente en aquellos días tan lejanos. Durante unos pocos minutos de cada año, el universo enero de la especie humana se queda en silencio y billones de almas unidas en memoria del Gran Confesor."

de Dola Quirosius

en el Libra Mártir Ministorum