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HISTORIA DE LA PUERTA DE CADIA

Para llegar a comprender a la gente de Cadia y su modo de vida, es necesario volver atrás diez mil años a un período de la historia perdido en leyendas, un período de guerra y muerte conocido como la Herejía de Horus. El Emperador y su progenie, los Primarcas, combatieron hombro con hombro y construyeron un reino entre las estrellas en un tiempo de héroes. Cada Primarca lideraba una legión constituida por los mejores soldados del Emperador, hombres alterados genéticamente conocidos como Marines Espaciales. Estos guerreros combatieron en innumerables batallas para liberar el espacio de la presencia alienígena, del Caos y de todo tipo de peligros. Cada uno de los Primarcas era un superhumano, un dios entre los hombres, pero, al igual que estos, era propenso a sufrir celos, amargura y vanidad. Y esto fue lo que le sucedió al Señor de la Guerra Horus, el hijo favorito del Emperador y Primarca de los Lobos Lunares.

La habilidad de Horus para manipular a los demás y conseguir que cumpliesen sus mandatos era tal que corrompió totalmente a la mitad de las legiones y las lideró en su rebelión contra el Emperador. Nada más comenzar las hostilidades, se hizo evidente que el mal había enraizado mucho más profundo de lo que nunca nadie hubiera podido imaginar. Uno tras otro, los regimientos de la Guardia Imperial fueron rindiendo pleitesía a Horus. El Collegias del Adeptus Mechanicus se escindió con la rebelión y cada una de las facciones se puso de parte de uno de los dos bandos. Legiones enteras de Titanes rasgaron los estandartes dedicados al Emperador y tejieron unos nuevos con las blasfemas runas del Caos. Horus atacó sin piedad, cayendo sobre los Marines Espaciales que hasta poco antes habían sido sus hermanos como el golpe seco de una espada. Poco tiempo después, el avance de Horus ya había llegado hasta el corazón del reino del Emperador; sus naves de guerra habían derrotado a la Flota Solar y aplastado las defensas lunares, lo que dejaba a Terra virtualmente desprotegida.

Las hordas del Caos desembarcaron sobre el sagrado suelo de Terra con un número interminable de Marines Espaciales renegados, mutantes y cultistas. La batalla duró semanas y las víctimas se contaban por millones. En todos los frentes, las fuerzas del Emperador se vieron obligadas a replegarse hasta llegar a las puertas del palacio del Emperador, donde los muertos se amontonaron hasta formar una montaña. En poco tiempo, los traidores echaron abajo los muros de palacio. El final parecía cercano. Horus era un maestro estratega, pero fue justo en este punto cuando cometió un error fatal. Consciente de que los refuerzos de los Ángeles Oscuros y de los Lobos Espaciales estaban cercanos, decidió llevar a cabo el asalto final al palacio del Emperador. Horus ordenó que su barcaza de guerra descendiese hasta la atmósfera y que sus escudos deflectores se bajaran. Nunca se sabrá si fue un descuido de Horus o su último atisbo de humanidad, pero el Emperador se dio cuenta de que no podía dejar pasar una oportunidad así y se apresuró a enfrentarse a su hijo.

El Emperador y dos de sus más devotos Primarcas, Sanguinius de los Ángeles Sangrientos y Rogal Dorn de los Puños Imperiales, se teleportaron al interior del buque insignia de Horus acompañados de los guerreros en los que más confiaban. Cuando llegaron, se encontraron en el interior de una nave corrompida hasta tal punto por los poderes del Caos que era imposible determinar si había sido construida por manos humanas. Hechicerías diabólicas dispersaron las fuerzas del Emperador por toda la nave y, cuando este llegó finalmente hasta Horus, Sanguinius yacía muerto a los pies del Señor de la Guerra. El Emperador combatió contra Horus de todas las maneras posibles: física, espiritual y psíquicamente; el premio era el planeta roto que se hallaba a sus pies. La batalla fue larga, pero, al final, el Emperador consiguió romper la guardia de Horus y asestarle un golpe mortal; aunque la Humanidad tuvo que pagar un precio muy alto por esta victoria. Cuando terminó el combate, el cuerpo del Emperador era poco más que una concha vacía. Rogal Dorn encontró el cuerpo moribundo del Emperador y lo llevó de vuelta a la Tierra, donde el Trono Dorado ha mantenido su fuerza vital desde aquel día.

Las fuerzas traidoras se quedaron de piedra cuando les llegó la noticia de la muerte de Horus y huyeron en desbandada de Terra, que había probado estar fuera de su alcance. Algunas tropas leales se agruparon y salieron a dar caza a los traidores, pero la mayoría permaneció en Terra para consolidar su gran victoria. Muchos rebeldes fueron ajusticiados, pero la mayoría de las legiones traidoras consiguieron escapar al entrar en el reino disforme conocido como el Ojo del Terror; una región del espacio en la que conviven realidad y locura y a través de la cual la energía pura de la disformidad se derrama sobre el espacio real. Aquí, los dioses del Caos gobiernan incontables planetas, todos ellos corrompidos de diferente manera; aquí, los traidores encontraron refugio de sus perseguidores, en un lugar de la galaxia aislado y recorrido por poderosas tormentas de disformidad.

Fortaleza Cadia

Cada uno de los planetas del Ojo del Terror es un mundo demoníaco, corrupto y retorcido por los designios de los dioses del Caos y de los poderosos Príncipes Demonio que habitan en ellos. Las legiones traidoras se reagruparon y lamieron sus heridas en este lugar, cultivaron su odio y empezaron a hacer planes para el día en que volverían a Terra y llevarían a cabo una terrible venganza sobre aquellos que les habían vencido. En el interior del Ojo, el tiempo fluye de manera distinta. Los mismos traidores que atacaron Terra todavía luchan hoy al servicio de sus monstruosos dioses. Luchan entre sí para probar su supremacía y combaten contra el Imperio cuando las tormentas de disformidad se calman lo suficiente como para permitirles abandonar el Ojo del Terror. Para resistir estas invasiones, los sectores que rodean el Ojo del Terror están fuertemente militarizados, pero ninguno tanto como Cadia, el mundo fortaleza que se encuentra justo enfrente de la salida más estable del Ojo del Terror: la Puerta de Cadia.

Cadia se encuentra frente a la más fiable ruta de entrada y de salida del Ojo del Terror y, por tanto, es uno de los mundos estratégicamente más vitales para el Imperio. Existen otras rutas para abandonar el Ojo del Terror, pero ninguna tan estable como la Puerta de Cadia; y ninguna fuerza de proporciones considerables puede abandonar el Ojo por otro lugar que no sea este. No se conocen las causas de la calma en la disformidad que hay en este lugar, aunque muchos eruditos creen que se produce gracias a los Monolitos de Cadia. Estos misteriosos monolitos negros siembran el paisaje de Cadia y nadie ha sabido nunca determinar cuál es su origen.

Cadia es un lugar inhóspito y azotado por el viento donde solo los más fuertes llegan a la edad adulta y donde se enseña disciplina marcial desde la más temprana edad. Los vientos helados aúllan por las planicies del planeta mientras las tropas llevan a cabo maniobras militares con fuego real; y todo día en el que no se entrene es un día perdido. Toda ciudad (o kasr) es un fortín diseñado por los mejores arquitectos militares. Todos los habitantes de Cadia son iniciados en la senda del soldado en cuanto son capaces de andar y llegan a ser grandes comandantes de tropas de la Guardia Imperial. Un planeta así produce soldados duros y decididos, por lo que los regimientos de Cadia son bien conocidos por su honor y por su espíritu combativo. Desde muy jóvenes, los habitantes de Cadia aprenden a montar y desmontar su arma con los ojos cerrados y se les enseña doctrina militar antes de aprender a leer y a escribir. Uno de cada diez soldados ingresa en la guardia interior, una tropa que nunca abandona Cadia. Los integrantes de la fuerza de defensa planetaria de Cadia se encuentran entre los soldados más efectivos y habilidosos del Imperio.

Las Cruzadas Negras de Abaddon

Abaddon el Saqueador, el Archihereje, cuyo nombre es una maldición en un millar de mundos, una vez comandó la primera compañía de los Lobos Lunares y fue tan devoto y valiente como el que más. El Emperador había concedido a Horus el honor de cambiar el nombre de su legión por el de Hijos de Horus y, cuando la Herejía empezó, quedó claro que la lealtad de Abaddon era para su Primarca. Abaddon combatió en vanguardia en todas las batallas de la guerra tirando por los suelos todo aquello que una vez había defendido en nombre del Emperador. Abaddon era el guerrero preferido de Horus e incluso se rumoreaba que era su hijo clónico. Cuando aconteció la última batalla de la Herejía, Abaddon estaba combatiendo en un lugar distinto a aquel en el que se encontraba Horus, aunque sintió la onda psíquica que este emitió al morir (puesto que resonó en toda la disformidad) y enloqueció. Se abrió camino hasta el puente de mando de la barcaza y allí encontró el cadáver de su amado Señor de la Guerra. Fue entonces cuando arrancó la cuchilla relámpago de Horus y se la implantó en su propia mano.

Aunque todos y cada uno de sus instintos gritaban a Abaddon que ejecutase su venganza, sabía que las fuerzas que le restaban no eran suficientes para ganar aquella batalla. La apuesta final de Horus había fallado y con ella llegaba el final de la guerra. Abaddon se puso al mando de la barcaza de guerra y dirigió la retirada hacia el Ojo del Terror; asumió el mando de los Hijos de Horus y los rebautizó con el nombre de Legión Negra. Abaddon desapareció en el interior del Ojo del Terror y entró a formar parte de las oscuras leyendas. Pasaron décadas antes de que volviese. Surgió del Ojo a la cabeza de un ejército de proporciones descomunales y obligó a los defensores de aquella zona a huir a la desbandada. Durante un tiempo, parecía que iba a tener éxito y acabar con todas las defensas del Ojo del Terror. De hecho, solo gracias a la intervención combinada de varios capítulos de Marines Espaciales y de legiones de Titanes pudo atajarse esta primera Cruzada Negra de Abaddon.

Desde aquel día, se han producido once cruzadas negras más, desde pequeñas escaramuzas hasta guerras que han envuelto sectores enteros y que han costado la vida a millones de soldados imperiales. En el planeta El´Phanor el Saqueador exterminó la raza de los kromarcas y en Mackan se granjeó el odio eterno de los Ángeles Sangrientos cuando acabó con sus guerreros y luego mutiló y profanó sus cuerpos. En la Torre del Silencio, en Uralan, Abaddon consiguió la espada Drach´nyen, hasta la que fue guiado por un extraño con la piel del color del oro. Con la ayuda de este objeto demoníaco, construyó su reino en el Ojo del Terror antes de declarar la guerra al Emperador en el sector Gótico. Una vez más, el Imperio salió victorioso, pero el precio de la victoria fue enorme en vidas y en artefactos robados, puesto que el Saqueador consiguió arrebatar al Imperio el control de dos Fortalezas Negras, armas ancestrales creadas antaño. No obstante, se han producido en el sistema Cadia cientos de incursiones más, aunque demasiado pequeñas y dispersas como para poder ser consideradas cruzadas. Y no habrá respiro mientras el más malvado de los herejes siga con vida.

GEOGRAFIA

Población: 250.000.000
Aestimare: A3
Grado de Diezmo: Aptus Non

El entorno natural de Cadia es bastante similar al del Planeta Terra antes de que este se convirtiese en una ecumenópolis, con un gran océano cubriendo más de la mitad del planeta y una fuerza gravitacional de 1,12 G. La masa de tierra existente esta dividida entre increíbles bosques de pinos, grandes explanadas y vastos glaciares. El planeta tiene una temperatura ambiente de 20º de media, algo más frío de lo normal aunque no suponga un impedimento para el crecimiento normal de la población. Cadia fue tomada en algún momento del comienzo del 32º milenio por los humanos, que se convirtieron rápidamente en la especie dominante. Cadia es el Mundo Capital del Sector Cadiano, y es el mayor exportador de armas y municiones del Sector.

Los Monolitos de Cadia

Los Megalitos de Cadia son una serie de Monolitos de 750 metros de altura (250 de ellos están bajo tierra) y un cuarto de kilómetro de ancho. A mediados del 41er Milenio había unos 5.810 Monolitos por toda la superficie del planeta, y unos 2.000 convertidos en ruinas o enterrados bajo la superficie planetaria.

Los Monolitos estuvieron, hasta donde los investigadores Imperiales han podido asegurar, inertes hasta finales del 41er Milenio, momento en el que todos los Monolitos comenzaron a resonar con una vibración prácticamente imperceptible, muy parecida a la de un Campo Gellar.

MAPA GALACTICO

El sistema Cadiano estaba formado por diez planetas, de los que actualmente quedan ocho: Prosan, Korolis, Kasr Sonnen, Cadia, Kasr Holn, Vigilatum, Kasr Partox y Solar Mariatus. Macharia y Esperanza de San Josmane fueron destruidos en la 13ª Cruzada Negra de Abaddon.

Prosan: Es el mundo más cercano al sol del sistema Cadiano. Su atmósfera es muy hóstil por lo que se emplea como planeta de entrenamiento para las tropas.

Korolis: Un planeta también muy hostil con la vida humana, por lo que se ha dedicado a la producción de materiales atómicos y armas basadas en el promethium.

Kasr Sonnen: Mundo Fortaleza.

Cadia: Es el Mundo Fortaleza guardián de la única ruta estable hacia y desde el Ojo del Terror. Toda su población esta armada para luchar y sus fábricas no paran de producir armas, municiones y tanques a un ritmo prodigioso. Quizás sea el lugar más importante de todo el Imperio, por lo que las fuerzas militares desplegadas allí son increíblemente vastas. El 75% de la población forma parte del ejército. Es el mayor exportador de armas y munición de toda la región.

Kasr Holn: Mundo Fortaleza.

Macharia: El planeta con mayor diámetro del sistema Cadiano. Era un mundo Colmena que fue destruido por el Revientaplanetas de Abaddon.

Vigilatum: Mundo dedicado al entrenamiento naval.

Kasr Partos: Mundo Fortaleza.

Esperanza de San Josmane: En un inicio era una prisión militar. Una revuelta inspirada por el Caos entre los convictos hizo que poco a poco fueran tomando el control del planeta. En principio, las ofensivas imperiales consiguieron recuperar partes del planeta, pero con los refuerzos de las tropas del Caos expulsaron a todas las tropas leales. Ursakar Creed, antes de ver el planeta en manos del enemigo, hizo explotar los generadores produciendo un seísmo que destruyó el planeta entero.

Solar Mariatus: Productor de una ingente cantidad de material de guerra.

POBLACION Y SOCIEDAD

No se sabe con exactitud, aunque tras la 13ª Cruzada Negra se estima que se encuentra en unos 250 millones de habitantes (Codex Ojo del Terror). Los Cadianos suelen ser altos, de piel blanca, pelo rubio y ojos azules o morados.

Cadia tiene una sociedad altamente militarizada, y la gran mayoría de la cultura gira en torno al combate y la guerra, debido sobre todo a la localización del planeta al ser una de las primeras líneas de defensa contra las incursiones del Caos. Todos los ciudadanos están entrenados para combatir desde el día en el que nacen; aprendiendo doctrina militar incluso antes de ser capaces de leer o escribir, y a luchar incluso antes de andar. Todos los jóvenes pasan por las Juventudes Armadas, y alrededor del 75% de la población total del planeta forma parte de una u otra forma del ejército, por lo que no es extraño que el régimen de reclutamiento y el de nacimiento sea muy similar en Cadia.

“El cadiano que no sepa montar y desmontar un rifle laser a la edad de 10 años, ha nacido en el planeta equivocado”.

Cada ciudad de Cadia se denomina Kasr, o fortaleza, diseñada por arquitectos militares. La moda civil en Cadia se basa sobre todo en patrones de camuflaje. Los pocos que no son aceptados en el ejército son destinados a las fábricas, donde producirán armas y material de guerra para los ejércitos Imperiales.

Debido a la altísima mortalidad que hay en Cadia por las constantes guerras contra el Caos y otras razas alienígenas, se ha impuesto una antigua tradición del planeta denominada Ley de la Descifrabilidad. De acuerdo a esta norma, un cuerpo enterrado en el cementerio permanece allí hasta que la inscripción de su tumba se vuelve ilegible, por lo que se asume que nadie va a querer ya visitar al fallecido. El cuerpo se exhuma y se entierra en una fosa común, y otro se entierra en su lugar.

ESTRUCTURA MILITAR

Cadia es el hogar del regimiento de las Tropas de Choque de Cadia, famoso en toda la galaxía. Su líder es el Señor Castellano, una posición ocupada por Ursakar E. Creed, héroe de la Batalla por Cadia.

Cientos de regimientos de las Tropas de Choque de Cadia sirven por todo el Imperio, pero no son las únicas fuerzas de las que dispone el planeta. De cada nueve soldados, uno se destina automáticamente a la Guardia Interior, encargada de la seguridad planetaria. Un número indeterminado de Inquisidores del Ordo Malleum se destinan a la Guardia Interior para proteger de la influencia del Caos en un planeta como Cadia.

Todos los jóvenes son reclutados por las Juventudes Armadas, también conocidos como los Escudos Blancos. Su entrenamiento es constante, y es habitual que participen en batallas con el resto de las tropas. Los supervivientes son reclutados en las Tropas de Choque, la Guardia Interior, o los regimientos de élite Karskin.