Los Ratlings o Halflings son junto con los ogretes una de las escasa mutaciones humanas toleradas por el Imperio. Se trata de seres caracteristicamente pequeños y de constitución frágil, poco aficionados a las preocupaciones y habitualmente de temperamento pacífico. Los ratlings son pequeños subhumanos cuya talla generalmente es de 1,10 m para los varones y de 1,05 m para las hembras. Son a menudo regorditos y la mayoría de las veces tienen una cara rechoncha y mofletuda. Sus grandes pies son desproporcionados y caminan con los pies desnudos tan a menudo como les es posible, ya que, tiene los pies peludos. Su esperanza de vida es sensiblemente la misma que el de los humanos.
Son unos seres simpáticos y de vida fácil. Les encanta divertirse y particularmente aprecian una buena mesa. Los ratlings se habituaron a compensar su pequeña talla y su debilidad física por la astucia y la charlatanería en sus relaciones con otras razas. Entre sus defectos están las apuestas, el latrocinio y el tráfico de bienes de todo tipo.
Antaño la Inquisición y otros organismos del Adeptus Terra, dedicaron grandes esfuerzos a erradicar cualquier raza derivada de la humana que se apartara excesivamente de los cánones humanos establecidos. Todo planeta habitado por criaturas humanoides con un ADN excesivamente mutado era arrasado y recolonizado por humanos. Actualmente esos cánoses se han relajado y se permite a ciertas ramas de la humanidad servir en las Fuerzas Imperiales. No obstante, eso no ha evitado que se hable y trate desde ciertos organismos imperiales a otras razas subhumanas con recelo y, en ocasiones, con abierta hostilidad, como en el caso de los Ratlings; "babosas", "ratas"..., son algunos de los términos usados para referirse a ellos por parte de algunos Guardias Imperiales.
Se suelen formar regimientos enteros de esta raza, pero debido a las aptitudes especiales con que están dotados, se suelen dividir en unidades más pequeñas que son asignadas a otros regimiento humanos.
Además de tener una reconocida fama como cocineros y servir como tales en muchos regimientos, los Ratlings sirven principalmente como tiradores de élite y francotiradores.Su puntería es excelente, y tienen una facilidad innata para la infiltración y el movimiento a traves de terrenos espesos y obstaculizados, lo que les hace ideales para misiones tras las líneas enemigas en las que hayan de eliminar objetivos vitales con sus rifles de francotirardor.
Stumper Muckstart
fue uno de los héroes Ratlings más famoso. Revelo tener grandes aptitudes desde el momento en que fue reclutado en su planeta natal Orns. Fue el mejor tirador del regimiento, ganando mucho dinero en las apuestas, en cuyo torno habia organizado un negocio. En ellas desafiaba a sus camaradas a superarle en punteria. Se hizo rico en semanas, pero su suerte terminó cuando, tras una espectacular demostración de sus habilidades, en la que acertó en 3 monedas de 5 créditos lanzadas al aire con los ojos vendados, sus actividades llamaron la atención del comisario del regimiento. Stumper fue asignado en el acto a una unidad especial de francotiradores que llevaba a cabo las misiones más peligrosas. Sus pequeñas fechorías fueron perdonadas en el momento en que accedió a donar todas sus ganancias turbias a la beneficencia, una acción de la que aún guarda un mal recuerdo. Pese a todas las medallas ganadas, se dice que era lo único que al recordarselo, podía hacerle fallar un tiro.
La invasión de Orns
Durante la Guerra Gótica, el mundo Ratling de Orns fue objeto de una salvaje invasión. El Inquisidor Horst sabía de la existencia de otro artefacto conectado con la Mano de la Oscuridad, que había sido robado del mundo imperial de Purgatoria, en los mitos antiguos. Su nombre era el Ojo de la Noche y se encontraba en el planeta de Ornsworld. Mientras Horst se dirigía a toda velocidad hacia allí en la nave más rápida que pudo conseguir, le llegó un informe que hablaba de ataques contra los Ratlings. Una pequeña fuerza de renegados había aterrizado cerca del lugar en que el Ojo reposaba encerrado en una antigua estatua que había sido adorada como un dios por los Ratlings en su era preImperial. Tras una breve escaramuza, una fuerza de reclutamiento de la Guardia Imperial, cuyo campamento estaba cerca de donde aterrizaron las fuerzas del Caos, acabó con esa primera amenaza. Sin embargo, un mes más tarde, las naves del Caos bloquearon Ornsworld y empezó una invasión a gran escala. Los indefensos Ratlings no tuvieron ninguna posibilidad contra los depravados Marines del Caos y la muerte reclamó a millones de indígenas al ser arrasadas sus montañas y colinas por el fuego y los disparos de los seguidores de los Dioses Oscuros. El teniente Compton-Hawkins, que formaba parte del equipo de reclutamiento, contó las escenas que siguieron al ataque:
"Montones de cráneos de Ratlings apilados en las llanuras. Las piras funerarias oscurecen el cielo, ya que los Traidores han decidido arrasar sistemáticamente todo lo que se cruce en su camino. El pequeño asentamiento de Valle Esmeralda es ahora un cráter humeante en el que se han arrojado los huesos de sus 4.000 habitantes; que, posteriormente, han sido machacados hasta ser reducidos a polvo, un polvo que se ha esparcido por los alrededores. Un potente detonador sísmico ha hecho que el Ombligo del Mundo (una de sus montañas) se venga abajo llevándose por delante siete ciudades y a 82.000 Ratlings en una serie de aludes de rocas enormes y de ríos de lava".
Durante la carnicería, el Ojo de la Noche fue desengarzado de su montura y el ladrón huyó a la seguridad de las estrellas. Las fuerzas del Caos tenían ahora tanto la Mano de la Oscuridad como el Ojo de la Noche; y con ellos, tal vez, el poder necesario para acabar para siempre con el Imperio entero. Al Inquisidor Horst sólo le atormentaba una duda: ¿dónde atacarían primero? La respuesta no tardó en llegar.
Adaptado por diferentes fuentes por Me