Tras su descubrimiento en 241.M37, la Flota Imperial y el Adeptus Mechanicus estuvieron de acuerdo en que, si se usaba de la forma adecuada, el Acelerador podía resultarles extremadamente útil. Así pues, se le ordenó al descubridor original de la anomalía de la disformidad, Carral Van Grothe, encontrar un planeta habitable cerca que pudiera servir como estación de paso y punto de partida para las naves que quisieran viajar a su través. Tras una larga búsqueda, encontró un sistema con dos planetas habitables.
Una flota explorator escoltada por una compañía clan del capítulo de los Manos de Hierro inició el proceso de colonización de ambos planetas y, como fueron los Manos de Hierro quienes comenzaron el exterminio de la población indígena, el sistema fue bautizado Medusa en honor al mundo natal de tan valerosos Marines Espaciales.
Medusa IV era el planeta más grande y más productivo de los dos mundos habitables del sistema, de modo que la flota explorator organizó un desembarco masivo sobre él. Al ser maestros en el arte de la ocupación planetaria, los Explorators no tardaron en doblegar a Medusa IV bajo el mandato del Emperador. En cuestión de meses se erigieron grandes ciudades parecidas a descomunales aglomeraciones de metal. Unas naves colonizadoras enormes repletas de civiles procedentes de varios mundos colmena de todo el Imperio desembarcaron colonos tanto voluntarios como forzosos.
Medusa V, por el contrario, solo se colonizó en parte. Los Manos de Hierro lograron afianzar el control de todo un continente del planeta con su característica eficacia, pero poco después se abortó el proceso de conquista. Una llamada urgente de auxilio obligó al capítulo a partir para ayudar a sofocar una rebelión y la flota explorator continuó cierto tiempo con su tarea en solitario. Al ya haber establecido regiones mineras muy valiosas se consideró innecesario seguir explorando y colonizando Medusa V, así que el proceso se pospuso de modo indefinido.